Amparo Sellés.
Nos
quedan cuatro días por delante para apurar estas merecidas
vacaciones de Pascua para aquellos que tienen la suerte de tener
trabajo, y, para los que se encuentren en paro pues cuatro días más
de peregrinación y nunca mejor dicho curriculum en mano
por esos sitios donde poder echarlos esperando y pidiéndole incluso
el mas ateo a la imagen de turno que la espera sea corta.
Pero
esta Semana Santa a parte de procesionar, tomar el sol, comernos
la mona y el mico en algún caso, ha dado para mucho más, hemos
tenido en el ámbito deportivo la final de la Copa del Rey de
futbol celebrada en el cap i casal, esta vez a diferencia de otras a
transcurrido con total normalidad y sin problemas gracias una
vez más a las fuerzas de Seguridad del Estado y al sentido común de
muchos, que no al de todos. Y es que señoras y señores nunca y digo
bien nunca nuestro pueblo ha estado más protegido, porque estos días
a parte de los ángeles azules que velan por nosotros
habitualmente hemos tenido entre nosotros cincuenta leones de la UIP
(Unidad de Intervención Policial) que con su presencia han hecho más
seguro si cabe nuestro pueblo, haciendo que las ratas no se
atreviesen a salir y la gente de bien nos sintamos agradecidos y
orgullosos de ellos.
Y
seguimos con el jueves santo que amanecemos con la trágica noticia
de la muerte de un gran escritor de aquel de las flores amarillas o
el de ¨Cien años de soledad¨ un escritor que daba vida a sus
palabras, un grande de las letras que consiguió el Nobel de la Paz…
Gabriel García Márquez nos dejó esta semana santa pero su obra
permanecerá siempre en la memoria de los que le leemos, no nos
podemos olvidar que este año con Sant Jordi seguramente habrá
sido su obra una de las más demandadas. Vaya que tenemos la excusa
perfecta para acabar las pascuas regalando un buen libro o una rosa y
así demostramos de alguna manera nuestros quereres a la persona que
lo recibe.
En
fin acabamos las pascuas como las empezamos…luchando cada uno con
su dragón particular unas veces con más suerte que otras pero
siempre con la valentía y la fuerza suficiente para no tirar la
toalla…hasta aquí la crónica de una semana santa donde nunca debe
faltar seas creyente o ateo la ilusión, la lucha y la esperanza de
que lo vamos a conseguir eso sí luchando y comiendo muchas monas o
micos…¿la diferencia? Con huevos o sin ellos, ¡tú decides!
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