Habida cuenta su incriminación pública hacia mi persona en donde
usted vulnera mi derecho constitucional a la presunción de inocencia, derecho
éste considerado inalienable e inherente a toda persona por la propia
Constitución (nadie puede ser culpable mientras no se demuestre judicialmente
lo contrario) y que usted ha vulnerado reiteradamente haciendo público mi
nombre, mi profesión, mi lugar y centro de trabajo, falsos antecedentes, mi
trayectoria política, etc. Y acusándome de lo peor de lo que se puede acusar a
una persona. Todo ello escudándose en amparar el interés supremo de una
adolescente de 17 años, obviando el interés de otros menores como los que hay
en mi familia.
Quiero decirle en primer lugar a usted y poner en conocimiento de
todos mis vecinos, que yo nunca he tenido antecedentes de naturaleza sexual.
Que ha dejado más que patente que usted no respeta para nada las
garantías procesales ni constitucionales en este sentido, tan básicas para toda
persona, y que al vulnerar usted mi presunción de inocencia, no sólo denota una
falta gravísima contra el estado democrático y de derecho. Usted ha tomado por
bandera contra mi persona el típico tópico del refrán de que “Usted difame que
algo queda”.
Sus partidistas, arbitrarias y gravísimas alusiones contra mí, en
tanto no existió una sentencia firme que lo corroborase, carecen de todo valor
a efectos legales y probatorios; y no denotan más que a usted, la democracia,
la no injerencia ni intromisión en los procedimientos legales por parte del
poder legislativo, no le importan nada en absoluto. Su comportamiento para
conmigo es presuntamente propio de un dirigente político totalitario y cuyo
respeto hacia el sistema jurídico y los derechos civiles brillan por su
ausencia.
El defender el “interés superior de un menor”, no conlleva
implícito el atropellar necesariamente o tener que vulnerar los derechos
constitucionales de un adulto. Usted ni se para por un segundo a pensar en los
otros menores que están sufriendo al otro lado de su equipo por usted constituirse
en juez y parte previo a un pronunciamiento judicial. Usted olvida por su
temeridad manifiesta al resto de menores de mi familia, así como la reputación
de todas aquellas jóvenes hoy ya adultas y a sus hijos que ante tan tenebrosa y
espeluznante visión que usted da de su educador y referente durante muchos años
ven hoy gracias a usted su honor y reputación. Vaya carta de presentación para
aquellos y sus hijos cuyas madres han convivido y aprendido de un supuesto
acosador.
Usted utilizó arbitrariamente como le interesó, lo que de un
informe técnico realizado por personal afecto al área de menores que usted
regenta se decía.
-¿Por qué no dice ni nombra lo que en la página nº 10 de ese mismo
informe donde la adolescente de 17 años aludida dice textual y literalmente que
preguntada con respecto al educador que NO quiere denunciar y explica ella de
mutuo propio que “lo que ha pasado no lo ve para tanto” y “que NO ha llegado a
hacerle nada fuerte”?
-¿Por qué omite deliberadamente que en ese mismo informe “se considera
que la menor no presenta coste alguno psicológico?
Sra. Oltra: La chica de 17 años (recordamos que en el ámbito penal
hay diferentes edades penales…), reitera en varias ocasiones taxativamente que
NUNCA había mantenido relaciones sexuales con el educador, cuando en fecha de 3
de marzo de 2016, tanto la Jefa del Servicio de Menor por un lado, el Jefe de
Recepción de la Sección del Menor y el Técnico Instructor de ese expediente
ADMINISTRATIVO, que no penal, (le recuerdo que usted no es nadie para juzgar ni
condenar), se entrevistaron con ella.
-¿Por qué omitió deliberadamente todo aquello que siendo verdad y
ya constatado por usted y sus técnicos y responsables del área era sabedora?
-¿Por qué le restó validez a la declaración testifical de la
Directora del Centro cuando según esta “no se han producido hechos de
relevancia? (página nº 10 de autos judiciales). ¿Qué es que su palabra vale más
que la de un juez? Eso es digno de presuntas actitudes fascistas, impropias de
lo que usted dice defender.
-¿Por qué si la Directora del Centro en su declaración de 10 de
marzo de 2016, en sendo escrito a su Dirección Territorial dice que sobre los
mensajes Wasap que no los hay no la cree…?, no es que lo diga alguien
interesado o afectado por la cuestión, sino que cuando ustedes con permiso de
los padres investigaron el teléfono de la menor, NO los había tampoco.
-¿Cómo que a mí me encubre la Directora del centro? ¿Por qué lo
dice usted? ¿ para justificar su actitud de cierre del Centro con mi persona?
- En susodicho informe también dice que cabe destacar que “La
menor NO ha sido víctima de ningún abuso; que de haberlo sido se hubieran
tomado otras medidas para con el educador (de denunciarlo con toda celeridad,
cosa ésta que no hicieron mis superiores laborales).
Usted tresgiversó, manipuló y sacó a la luz pública la información
de su propio departamento como le dio la gana y le fue de su conveniencia.
-En mi carta de despido de la empresa, folio 46 de autos
judiciales, mi despido no es por abusos ni maltrato, es porque no he cumplido
con las normas LABORALES aplicables a mi puesto de trabajo (página 46 de autos)
Llevo desde los 18 años de edad impartiendo docencia
ininterrumpidamente y nunca hubo queja alguna de mi persona.
-¿Por qué usted alude que yo daba droga a mis educandos? Yo NUNCA,
NUNCA, he tenido ni una simple multa o sanción administrativa por uso o
tenencia de estupefacientes o similares. Pero usted volvió a vulnerar mi
derecho constitucional de presunción de inocencia.
Gracias Sra. Oltra por olvidar que dentro del área que usted
regenta tiene usted a todo un sector de profesionales a los que usted ni
arropa, ni defiende, es más, en una profesión de riesgo como esta donde somos
un sector, junto a todos los profesionales del sector de la educación, donde
más denuncias falsas hay según las estadísticas. Usted me utilizó para
justificar su gestión. ¿Por qué no se cuestionan porque un porcentaje relevante
de niño/as se escapan de sus centros? Probablemente seríamos menos los adultos
que tendríamos que ir detrás de ellos para recogerlos fuera de nuestro horario
laboral. Tal vez, extralimitarme en mis funciones humanas?, defecto por exceso
de trabajo? Anteposición del interés superior del menor por encima de uno
mismo? ¿Denuncia falsa?, ¿Posibilidad de falsa alarma en el sistema anti acoso
de los centros educativos?...
Tal vez.. eso sí, el educador que suscribe este escrito admite
haber reído, llorado, aconsejado, hablado y escrito con sus alumnos en
castellano, valenciano, inglés y hasta incluso en “latino” que es el idioma de
moda entre los jóvenes, pero no acepto lo de “tonteo”, ni tan siquiera lo de
conductas inadecuadas.
Parece que es más fácil hundir la vida de un educador social de
los suyos que reconocer que el sistema de alarma existente en todos los centros
docentes para alertar sobre posibles abusos a un menor, en esta ocasión erró,
falló, al igual que muchas veces se disparan las alarmas de los bancos o de los
automóviles debido a su sensibilidad. Por lo menos debería haber esperado a que
la justicia se pronunciase ¿no?...
Yo, desde luego no pienso ser la cabeza de turco de ningún
político. Ni mucho menos amedrantarme por una denuncia falsa que se originó
inicialmente no por denuncia de ningún afectada, sino por una simple frase mal
dicha en una conversación de adolescentes en el centro de la E.P.A. ,que no
querían llamar más que la atención.
Todo esto me ha hecho perder mi empleo. Perder mi piso. Y tras
camino de los dos años que me fui del Centro La Resurrección ¿me vienen con
estas?
Tras sus manifestaciones partidistas hasta me ha tocado irme a
otro encantador municipio. He pasado penurias.
Los que sin ser juzgado me criticáis, señaláis y me habéis
condenado, os diré que yo también soy padre y que en mi familia tambien hay
menores que no se merecen esto.
Quiero agradecer a mi familia actual, Yolanda LLop Valero y a su
hija de 24 años que convive con nosotros, la confianza y amor depositado en mí.
Así como a todos los que bien conociéndome me prestáis vuestro
apoyo y que continuáis poniendo a vuestros hijos en mis manos.
Desde los 18 años llevo ininterrumpidamente dando clases y jamás
hubo queja alguna.
Como consecuencia se ha iniciado por un lado el procedimiento
administrativo previo y por otro la vía penal para denunciar las declaraciones
de la vicepresidenta del Consell porque son presuntamente constitutivos de
sendos delitos contra el honor recogido en el código penal. En concreto,
podrían ser constitutivos de un delito de calumnias, otro de injurias e
igualmente constitutivos de un delito de acusación y denuncia falsa que ha
ocasionado daños irreparables al trabajador social y a su entorno.
Finalmente, el educador social fue absuelto en todos los términos
por el muy Iltre. Juzgado nº 3 de Castellón en sentencia firme el pasado julio
de 2.018. “Pese a ello, Mónica Oltra no se ha desdicho de sus graves
acusaciones ni pública ni privadamente", concluye el demandante.
La investigación judicial, las citadas Diligencias Previas ante el
Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Segorbe, siguieron su curso.
Posteriormente fueron transformadas ya en Procedimiento Abreviado ante el
Juzgado de lo Penal nº 3 de Castellón, y se celebró juicio, dictándose
Sentencia con fecha 31 de julio de 2018 hoy ya firme, por cuyo fallo se
absolvía al educador de un delito continuado de abuso sexual a menores, con
todos los pronunciamientos favorables. La adolescente de 17 años reclamó su
auxilio empecinadamente para poder ver al que era su novio engañando a Don
Francisco del cual se sirvió de su condición de persona bien intencionada, de
obrar con buena fe y sin culpa ni ánimo doloso alguno acudió a su llamada de
auxilio.
Las controversias e incongruencias de la menor de 17 años según el
juzgado que ha absuelto al educador hace hincapié en que son numerosísimas las
contradicciones en sus propias declaraciones, y no coinciden en muchos extremos
con la declaración del que era su novio formal en esas fechas y por todos era
sabido (Fundamentos jurídicos, valoración probatoria Sentencia nº 287/2018 con
fecha 31 de julio de 2018).
Atentamente …
Francisco Zarzoso Veza
Educador social. Abogado. Letrado especialista en jurisdicción de
menores.
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