El mundo de la tauromaquia ha sido conmigo muy generoso, me ha regalado lo más hermoso, toneladas del más entrañable amor. Mi mentor dentro del mundo de la res brava comenzó siendo D. Julián para seguir con el título de mi Mayoral y terminar siendo en mi vida, ni más ni menos que mi tío Julián. El amor de su vida, su compañera, la madre de sus hijos, mi tía Charo, nos ha invitado a mi marido y a mí a pasar unos días en Monroy, la tierra donde ambos vieron por primera vez la luz del día.4
Monroy, un bello pueblo, ubicado dentro de la provincia de Cáceres, en la linda comunidad autónoma de Extremadura. Ocupa un sitio, en la penillanura hispano-cacereña. Es el municipio más poblado de todos los pertenecientes a este lugar.
¡Y empezamos a gozar de ese clima seco y caluroso! Disfrutando del paisaje precioso del cual es emperador el río Almonte. Este marca el límite de Monroy con Trujillo. Un regalo de Dios son los numerosos acuíferos subterráneos, los cuales se manifiestan al exterior en forma de fuentes. Nos refrescamos en la Fuente del Corchito, Las Guapas, Las Palomas… me emociono pensando cuando mi tío, quien faltó hace casi dos años, me hablaba de ellas detalladamente pues, como amante del campo, de los animales y sus regalos el agua, para él era un tesoro.
Los primeros documentos sobre Monroy datan del año 1309. Fernando IV de Castilla otorgó al noble placentino Hernán Pérez de Monroy, un privilegio, podría poblar el lugar además de construir un castillo.
Era un linaje muy conocido el de los Monroy, de gran importancia en el ámbito señorial y, en el año 1634, el señorío de Monroy, se convirtió en marquesado. Acabada la dictadura este pueblo de mis amores pasó a ser un municipio constitucional, perteneciente a la región de Extremadura.
El monumento más conocido es el Castillo de Monroy, edificado en el siglo XIV. Preside la plaza mayor de este y es considerado el monumento más representativo del municipio. Admiro su fortaleza y repetidas reformas perceptibles al ojo del amante de la historia pues Monroy lo ha cuidado.
La Iglesia de Santa Catalina me emociona, me faltan ojos, son muchos los puntos a resaltar en este templo.
La Patrona de Monroy tiene su hogar en una iglesia del siglo XV bajo la advocación de Santa Catalina de Alejandría. Su retablo mayor del siglo XVII, está compuesto casi exclusivamente por pinturas. El interior consta de una sola nave, con arcos de diafragma, los cuales la dividen en cuatro tramos. Es maravillosa la capilla mayor, de planta cuadrada, con bóveda de crucería estrellada.
Una torre de dos cuerpos, realizada en mampostería y situada encima de la capilla bautismal da la bienvenida a los nuevos hijos de Dios.
Después visitamos la ermita de Santa Ana, de origen desconocido, construida junto a otro tesoro de la naturaleza, la margen derecha del Arroyo Moro. Un edificio de arquitectura popular, el cual combina sillarejo y ladrillo. La estructura es de una sola nave, con tres tramos, a la cual se añade un ábside con una bóveda de arista. Otro hogar para el niño Jesús Patrón de Monroy.
En casa de mis tíos nos ponemos morados con ese frite de cabrito cuidadosamente preparado por mi tía, con unas patatas fritas que llaman mi atención por su grosor. La bota de vino vuela por la mesa alumbrada por mi sonrisa ante la ronda. Los repárpados un dulce típico de allí da por finalizado un banquete inolvidable.
Tras acabar la sobremesa le hago saber a mi tía Charo de mi deseo de visitar la tumba de su esposo, mi querido tío Julián pues fueron muchos los momentos compartidos, no lo olvidaré jamás. Mi tía toma mi mano y nos encaminamos al cementerio. En mis ojos valencianos tiemblan dos luceros que son dos tiranos:
Tío, España es una, esas flores de Valencia nacieron para mí, pero ahora son tuyas y las coloco para él mi querido tío Julián Muñoz Alonso, Mayoral.
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