Sergio Muniesa. / EPDA Cuando hace cuatro años le preguntaban al socialista Darío Moreno, cuál era su valoración de los cuatro años de gobierno del tripartito anterior, afirmaba tener la sensación de haber vivido una etapa de muchos planes y pocas realidades. Y no le faltaba razón, lo que ocurre es que después de cuatro años, y sumamos ya ocho de tripartito, el resultado es el mismo.
Decía entonces que había 2 aspectos a destacar de los principales problemas que afectan a nuestra ciudad. Por una parte, la principal queja de la ciudadanía es una falta general de mantenimiento en la ciudad: problemas de limpieza, iluminación, estado de zonas verdes, etc. Y por otra parte, debemos hablar de la desorganización del propio Ayuntamiento como otro problema. Los funcionarios ponen todo su empeño en hacer lo mejor posible sus tareas, pero la falta de medios, el colapso de algunos departamentos y la descoordinación entre concejalías han parado muchos aspectos de la ciudad los últimos años.
Todo esto, lo afirmaba el socialista Darío Moreno hace ahora cuatro años y que para solucionarlo proponía un plan de choque y mucho trabajo desde el principio de la legislatura.
Cuatro años después tenemos retrasos eternos en la resolución de cualquier gestión por la insolvencia de un gobierno incapaz de arbitrar soluciones y da igual a que zona de la ciudad que te acerques porque los vecinos se quejan de no poder disfrutar de unos barrios con más luz, más limpios y sin el traqueteo constante de los baches, …
Los resultados no aparecen por ninguna parte y la ciudad se resiente porque con planes y anuncios no se gestiona. La crítica no solo la hacemos desde el Partido Popular, sino que los vecinos de cada uno de esos barrios a los que les prometieron soluciones a los problemas que dijeron vinieron a resolver, reprochan que no se haya invertido ni un solo euro del presupuesto de las inversiones previstas.
Nuevamente sus promesas incumplidas y, sacando cuentas, vemos que después de todo este tiempo, las cosas lejos de solucionarse, han empeorado, lo que denota lo negativo de su gobierno. Un más de lo mismo. Sin inversiones, con las cuentas en números rojos, en definitiva, sin las soluciones a las cuestiones más básicas del día a día.
Pretenden ocultar todo esto apelando a la decisión de invertir de una empresa privada como Volkswagen con el anuncio de la giga factoría, pero eso no cambia la capacidad de gestión de un gobierno mediocre y Darío Moreno lo sabe. En la recta final de la legislatura, los resultados son nulos. Los datos no mienten y la consecuencia de casi 8 años de tripartito son muchos planes y pocas realidades.
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