El senador territorial de Compromís, Carles Mulet,
ha valorado hoy que la imputación formal de la senadora Rita Barberá, citada a
declarar en condición de investigada para el día 21 de noviembre como presunta
autora de blanqueo de dinero, no es ninguna novedad importante “era un hecho
predecible y esperado por todos, ya que no tenía sentido imputar a todo su
equipo por las mismas causas que se la atribuian a ella también. De la “banda”
era la única sin imputar, precisamente por su condición de aforada; ahora, tendrá
que dar sus explicaciones antes el Tribunal Supremo”:
Según Mulet “ dentro de la
presunción de inocencia de la cual disfrutamos todos los ciudadanos, ha de ser
el poder judicial quien determine si ha cometido cualquier tipo de delito, nosotros
reiteramos que tanto en este caso, como en todos los que acechan a la senadora
valenciana, era suficiente para haber tomado medidas desde un primer momento,
pero el Partido Popular ha preferido que el caso se enquiste, erosionar hasta
el fango la imagen pública de la que era todo un emblema de la formación
derechista, para acabar convirtiéndola en la cabeza de turco de turno y querer
ahora marcar distancias con ella, para transmitir a la opinión pública que el
caso Barberá es un caso aislado, una manzana podrida, cuando lo que estamos
hablando aquí es toda la estructura del partido, de arriba abajo, desde el máximo
representante al último trabajador del grupo municipal, implicados hasta las
cejas; no estamos hablando de manzanas podridas, sino de todo el manzanar
infestado”
Para el senador de Compromís “casos como estos, hacen un daño
irreparable a todas las instituciones públicas. El PP y Mariano Rajoy son
responsables absolutos del culebrón Barberá; nosotros hemos puesto sobre la
mesa propuestas como la reforma del Reglamento del Senado para que los tránsfugas
recalen en un grupo de no adscritos y no en el Mixto, hemos propuesto un pacto
de Estado para buscar la revocabilidad de los cargos de elección indirecta, y pedimos
en su día que se precediera a la expulsión de Barberá del grupo parlamentario
popular; expulsión que nunca se produjo ya que su abandono ha sido voluntario,
cuando y como ella ha querido”.
Mulet considera que el caso de Rita
Barberá ha puesto el foco de la atención mediática en la que antes era una cámara
invisible, y se ha acabado dañando gravemente a un parlamento ya muy
cuestionado por la ciudadanía. “ El caso Barberá es el caso PP; un partido
político entero imputado, con su jefe de filas acusado de cobrar en B, a ese
partido político con miles de casos de corrupción; la misma semana que se
vuelve a imputar a Carlos Fabra, en plenas declaraciones de la Gürtel, es al
que el PSOE quiere volver a colocar en el poder, el partido de los ERE va a
permitir que el partido de la Gürtel, del pitufeo, vuelva a ocupar el poder
ejecutivo, y así, casos como el de Barberá, acaban siendo casos normales en una
estructura política putrefacta”.
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