Vidriera con motivos de jazz. FOTO: EPDA Desde el 23 de mayo hasta el 14 de junio, la sala
de exposiciones de la Casa de Cultura exhibe una colección de 60 piezas
realizadas por los alumnos de la escuela municipal de Bellas Artes: gente
veterana que disfruta con el lienzo y los pinceles junto a niños que por
primera vez descubren cuáles son las técnicas tradicionales, todo ello de la
mano de Fernando Gandía, quien este año además ha decorado el techo de la sala
con una llamativa vidriera.
El
jueves 23 de mayo la primera planta de la Casa de Cultura presentaba un aspecto
inmejorable por dos motivos: por un lado, la nueva exposición es tan amplia que
ha habido que habilitar incluso espacio en la segunda planta para poder exhibir
todas las obras; por otro, pocas veces hay tanto público en la inauguración de
una exposición… aunque, eso sí, los autores jugaban en casa: son los sesenta alumnos de la escuela municipal de
Bellas Artes.
Para
que la fiesta sea completa, Fernando
Gandía, el profesor, ha montado una ingeniosa vidriera con motivos
jazzísticos que cubre toda la cúpula central de la sala, por lo que se crea un
ambiente especialmente agradable para disfrutar de estos sesenta lienzos que recorren
casi todas las técnicas tradicionales de pintura: óleo acrílico, carbón, dibujo
al pastel, acuarela y tempera.
“Desde hace cuatro años elegimos un tema para
que tanto los mayores como los pequeños que están llegando al final de curso
puedan exponer una obra suya y el resultado global tenga cierta coherencia, y
este año ese tema ha sido la música”, explica Fernando. “En la exposición hay de todo, desde gente
que copia a los grandes hasta quienes se lo inventan absolutamente todo;
personalmente me gusta apostar por la creatividad y que propongan ideas
personales”.
La creatividad es la gran apuesta de este
profesor que lleva muchos años trabajando con niños y adultos en la Casa de
Cultura. Creatividad y técnicas tradicionales, aunque todo ello no está reñido
con las nuevas tecnologías. Fernando también es un amante del uso del
ordenador, bien con fines didácticos, como explicar técnicas sin necesidad de
tener que aplicarlas directamente, o con fines creativos, “porque la creatividad no está reñida con ningún medio, lo importante es
que uno sea capaz de llevar adelante algo propio”.
Un
ejemplo de esa creatividad aplicada a cualquier medio es la propia cúpula de
cristal de la sala de exposiciones, que garantiza el disfrute de las obras con
luz natural durante gran parte del día. En esta ocasión la cúpula ha sido
revestida con unas vidrieras gigantes
de colores vivos y temas jazzísticos, para estar a tono con el resto de la
exposición.
Música
y pintura se dan la mano hasta el 14 de
junio en la Casa de Cultura. Gratis, por supuesto.
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