Cría de gacela Mhorr nacida en el BioparcLa
nueva cría nace dentro del grupo reproductor valenciano, compuesto por
un macho y tres hembras adultas, incluido en el programa de conservación internacional
que lucha por salvar de la extinción a esta especie en peligro crítico. La
madre de la cría nació en el Zoo de Rotterdam (Holanda), se llama Fleur y,
desde su llegada a BIOPARC en 2014, ha tenido 5 crías en 2017, 2018, 2019 y
2020. La última nació esta semana y evoluciona perfectamente bajo los cuidados de
su experta progenitora.
El
esfuerzo y dedicación del equipo multidisciplinar que cada día garantiza el
bienestar de los animales en BIOPARC está siendo recompensado con la alegría de
nuevos nacimientos. En esta ocasión se trata de la segunda cría de gacela Mhorr
(Nanger dama mhorr) que nace durante el estado de alarma. La especie,
convertida en un icono conservacionista, se salvó de la extinción gracias
a los proyectos de reproducción en cautividad que fueron puestos en marcha por el
visionario científico español José Antonio Valverde.
Sin
duda la belleza de este antílope, también llamado gacela Dama, despertó la
curiosidad del profesor Valverde, que llegó a la conclusión de que “la cría en
cautividad” era la solución para que la gacela Mhorr no corriera el mismo
trágico fin que especies extintas en Marruecos y su Sahara como el oso, el
elefante, el león de Berbería, el antílope búbalo, o el serval orejilargo. Mientras
se seguía exterminando a las Mhorr en el desierto, trasladó a un grupo a la
península para iniciar el programa de reproducción en Almería que finalmente
las salvó de la extinción. 40 años después, esta especie regresó a África
con 5 iniciativas de reintroducción en Marruecos (Parque Nacional Bou-Hedma
y Domaine Royal R’Mila), Senegal (Reserva de Fauna de Guembeul y Reserva de
Fauna de Ferlo Norte) y Túnez (Parque Nacional de Bou Hedma).
Valverde
conocido como “el padre de Doñana”
desarrolló importantes estudios ecológicos sobre el Sahara español y diversos
ecosistemas mediterráneos. En los años 60 puso en marcha el trabajo
de campo y la obtención de ejemplares de la gacela Mhorr, para iniciar en los
años 70 un ambicioso proyecto internacional de cría en cautividad que luchaba
por garantizar su supervivencia. El estudio de su biología y distribución en
instituciones zoológicas para crear diferentes grupos y la suficiente
variabilidad genética vino de la mano de Antonio Cano. Finalmente, con la
dirección de Mar Cano, se consiguió el sueño de todo conservacionista, el
“regreso” a su hábitat, de donde nunca debería haber desaparecido, proceso que llega
hasta nuestros días.
Historias
como la de Valverde y la gacela Mhorr nos recuerdan la importancia
del compromiso personal y de un grupo de personas cooperando con un fin común
para la conservación de la biodiversidad del planeta.
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