La cría de gacela Mhorr, en una imagen de Bioparc. EPDAEl Bioparc de València ha visto nacer a la cuarta cría del año de gacela
Mhorr, una especie extinta en su hábitat y que sitúa al parque
valenciano como referencia en la preservación de este antílope, según un
comunicado de Bioparc.
Son ya cinco años desde que llegaron los
primeros ejemplares de gacela Mhorr y, desde entonces, ya son quince las
crías nacidas dentro del grupo reproductor de Bioparc València.
El
grupo reproductor valenciano forma parte del Programa de conservación
internacional (EEP) de la especie que se extinguió en su hábitat y que
sobrevive en el planeta gracias a que el profesor José Antonio Valverde
rescató del Sahara un grupo de once ejemplares del que descienden todos
los que hoy se encuentran en diferentes instituciones conservacionistas,
según Bioparc.
Todas las crías nacidas en el parque valenciano
se han desplazado a otros centros para formar nuevos grupos y las tres
primeras de este año ya tienen destino previsto en Madrid y Francia.
Aunque
durante unos días madre y cría permanecen en los recintos interiores,
en breve está previsto que se unan al resto y se podrá contemplar al
rebaño de ocho ejemplares en un recinto multiespecie de la sabana que
comparten con otros antílopes, los addax (Addax nasomaculatus), la
grulla coronada cuelligris (Balearica requlorum) y la tortuga de
espolones (Centrochelys sulcata), que estos meses se encuentra en
hibernación.
La gacela Mhorr (Nanger dama mhorr), la mayor de
las gacelas del mundo, se distingue por su blanco pelaje cubierto de un
color castaño rojizo en su dorso y sus característicos cuernos en forma
de "s".
También conocida como "dama" por la elegancia de sus
esbeltas patas y su largo cuello, se trata de una de las especies
incluidas en la famosa lista roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) como "críticamente amenazada" de
extinción.
De esta forma, Bioparc Valencia se ha convertido en un
centro de referencia en la conservación de esta especie y desde 2014
participa activamente con otras instituciones internacionales para
garantizar su supervivencia.
Gracias a la labor de los parques de
animales y la necesaria cooperación internacional, esta especie ha
podido comenzar a reintroducirse en su entorno natural y ya se están
desarrollando cinco iniciativas: Marruecos (Parque Nacional Bou-Hedma y
Domaine Royal R'Mila), Senegal (Reserva de Fauna de Guembeul y Reserva
de Fauna de Ferlo Norte) y Túnez (Parque Nacional de Bou Hedma).
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