Carmen Jávega. EPDA
Difícil
es escribir en estos días un artículo de opinión que no hable de
Cataluña, aunque metida a política, nunca me he sentido
políticamente correcta y aun intentando ser original y no volver al
mono tema, no puedo pasar por alto, el inicio de todos los programas
de noticias de las cadenas de televisión o de radio. En estos días
y después de una Sentencia del Tribunal Supremo que no ha gustado a
nadie, por excesiva para algunos y por tibia para otros, asistimos a
la toma de las calles de Cataluña por grupos de personas que siendo
sociedad civil, y manifestando en todo momento que son grupos
pacíficos, a mi forma de ver, son bastante más políticos que yo y
por supuesto muy violentos. Cataluña está paralizada por unos
pocos, porque señores, ni son tantos como parecen, ni como algunos
medios nos quieren vender. Una de las frases que aprendí en mi
etapa política es “No hay tanta gente mala, hay bastante más
gente buena, solo que los malos hacen mucho más ruido”. Y aquí
claramente hay gente haciendo ruido, ruido permitido, porque ¿díganme
ustedes que nos harían si se nos ocurriera cortar arbitrariamente
cualquier carretera de cualquier municipio donde cada uno vivimos?
¿Ya no les digo de cortar una autovía, o autopista?, nuestro
intento iba a durar lo que tardara en llegar la policía o guardia
civil más cercana y llevarnos detenidos a sus dependencias. ¿Por
qué se está permitiendo lo que ocurre en Cataluña? No sería yo
nunca la que dijera que se tiene que actuar con mano dura, no es mi
estilo, pero algo hay que hacer, el “efecto avestruz”, el meter
la cabeza en el suelo y hacer como que no pasa nada, que están
haciendo algunos dirigentes políticos, no sirve para estos casos. Se
me viene a la mente viendo al President Torra una figura que goza de
muy mala fama a lo largo de la historia y es la del Emperador Nerón,
que según manifiestan cronistas de la época tocaba la lira,
mientras Roma ardía, aquí arde Cataluña y el Sr. Torra, haciendo
gala de una personalidad débil, al igual que Nerón, con una mano
alienta a los que la queman y con la otra envía a los mossos de
esquadra a reprimir a los que según él son infiltrados que provocan
episodios violentos. Grandes figuras para la historia está dando
Cataluña, el que se autodenomina President en el exilio y el que se
encuentra aquí haciendo gala de un carácter pusilánime. Quien
pueda recordarlos en el futuro, quizá lo haga como al nombrado Nerón
con muy poco o ningún cariño.
Y
mientras en Cataluña se queman las calles, hoy en este artículo de
opinión, yo seguiré con Roma y en este caso con su mitología,
porque nuestro Presidente del Gobierno de España me recuerda
bastante al dio Jano y su dualidad, lo visualizo pensando por un lado
y con la cara positiva del dios, si estará tomando la decisión
acertada. Y por otro lado y con la cara negativa del dios, si su
decisión será la errónea. De momento y pensando en las elecciones
generales que se encuentran a la vuelta de la esquina, sus
manifestaciones son muy disimiles entre sí, hoy digo no y mañana
si, hipocresía en estado puro es lo que tenemos hoy en nuestro
gobierno, que ni actúa, ni actuara, por miedo a los resultados
electorales y a que sus socios catalanes no los apoyen cuando les
sean necesarios. ¿Desaparecerá en algún momento esta dualidad
cuando pasen las elecciones? Dios y las urnas dirán.
Hoy
veo difícil acabar el artículo con un pensamiento positivo, pero
aun así tratare de hacerlo y ahora ya dejando de lado Roma acudiré
a Disney, de la que soy fan desde siempre y esperare como en todas su
películas, que a pesar de todo lo malo que le pueda pasar a Cataluña
y a España al final tendremos un final feliz.
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