Carolina Fuertes. / EPDALa lucha constante entre lo privado y lo público. La defensa inminente y social de lo público, frente a lo privado. Eso es lo que vemos en la actualidad, pero nada más allá de la realidad al son de: ‘‘quien quiera lo privado, que se lo pague’’, canturrean y vociferan con la boca llena mientras tienen Netflix, Amazon Prime, Disney +, Movistar… y se quejan cuando las privadas ponen límites como no dejar compartir cuentas, etc. Pero esto es sólo una contextualización. Aquí, creo yo el debate social está claro. La Corporación de Radio y Televisión Española, Sociedad Anónima, S. M. E., conocida simplemente como Radiotelevisión Española o por su acrónimo RTVE, es una sociedad mercantil estatal que organiza la gestión indirecta del servicio público de radio y televisión de España. Además, esta fue creada en el año 2007 tras la refundación del antiguo Ente Público Radiotelevisión Española.
Entre los años 1982 y 1996, más concretamente en las elecciones de 1982, José María Calviño es nombrado director general de RTVE. Entre los años 1996 y 2004, fue nombrada directora general de RTVE Mónica Ridruejo. Y así, hasta el año 2018 y hasta hoy. Una televisión pública que cambia de director/a con cada efecto climático electoral. Aun así, las funciones de nuestra televisión pública son por ley tienen algunas características varias como: Promover el conocimiento y difusión de los principios constitucionales y los valores cívicos; Garantizar la información objetiva, veraz y plural; Facilitar el debate democrático y la libre expresión de opiniones; Promover la cohesión territorial, la pluralidad y la diversidad lingüística y cultural de España.
Ahora bien, aparte de conocer todo esto, es necesario saber que, en su naturaleza jurídica, la corporación RTVE está bajo supervisión del Gobierno, actualmente con Pedro Sánchez, la cual es ejercida por el Ministerio de Hacienda y Función Pública a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) que es tenedora del 100% de las acciones de RTVE.
Y, yéndonos a la actualidad, la presidenta de RTVE es Concepción Cascajosa. Aquí, en este año 2024, la presidenta de RTVE ha decidido comprar un programa que a todos nos suena llamado ‘‘La Resistencia’’, al mando de David Broncano. ¿Y por qué cuento todo esto? Porque parece que nuestro dinero está mal invertido. Somos 48.345.223 españoles en total, cuyos impuestos van a pagar dos temporadas, 18 meses de blindaje, 155 programa con un coste total de 28 millones de euros a un humorista que dirige un programa donde su máxima vertiente es preguntarle a los invitados que cuánto dinero tienen en el banco.
¿Y a qué precio ha conseguido este ‘‘fichaje’’ la señora Concepción? Tras dos destituciones -Elena Sánchez, ex presidenta, y José Pablo López, ex director de Contenidos- y el nombramiento de una nueva presidenta y todo abalado por los votos a favor de Cascajosa, Roberto Lakidain, consejero a propuesta de Unidas Podemos, Juan José Baños, a propuesta del PNV, y Ramón Colom, a propuesta del PSOE.
Quizá deberíamos reflexionar acerca de cómo es de ‘‘pública’’ esa televisión que nos deberías de representar a todos y todas, pero que donde sus representantes están llenos de codicia, avaricia y que gastan nuestro dinero en generar batallas televisivas frente a otras canales para ganar audiencia, como si tuvieran que sobrevivir de ella.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia