Sergio Muniesa.Cada comienzo de año la gente tiene por costumbre fijarse buenos propósitos. Podríamos llamarles retos que, en el año que uno acaba de abandonar, se ha mostrado incapaz de llevar a cabo. A menudo tienen que ver con dejar de fumar, perder peso, cambiar rutinas, … que, por lo general, a las pocas semanas, cualquier excusa es válida para que el empeño pase al cajón del olvido y sea de nuevo objetivo en una próxima ocasión. Es cierto que este año, no ha sido un año normal. Nadie auguraba hace un año, ni escasamente hace unos meses cómo un virus iba a trastocar nuestro día a día, el de todos.
Pero, siendo un hecho esencial, no debemos olvidar que es una circunstancia más en el conjunto que conforma la realidad que nos ha tocado vivir, y no ha de servir de excusa, ni tan siquiera de justificación para eludir la responsabilidad de llevar adelante los objetivos. Y esto es algo que el actual equipo de gobierno parece no tener claro del todo.
Vale que uno no pueda desenvolverse con la naturalidad de años anteriores, pero es que después de cinco años, les pasa que cada comienzo del nuevo, se les repiten y acumulan los mismos buenos propósitos, sin alcanzar ninguno.
Psoe, Compromis y Eu, reeditaron el “pacto del más de lo mismo”, en la que la única variación fue como repartirse las áreas, convertirse en el más caro de la democracia y en el que pese a su declaración de buenas intenciones, suman cinco años, de escasos resultados.
Son la cara amable del mismo desaguisado, por sus propias decisiones. Tras cuatro años en barbecho, proclamaban que esta legislatura sería la de su realización, y si por anuncios y fotos fuera, en este año y medio pensaríamos que tienen todo hecho, pero la tozuda realidad de los datos, tras año y medio demuestra lo contrario.
Incapaces de hacer algo en tiempo y forma, por segundo año consecutivo, sin presupuestos en plazo, con más impuestos, más deuda y más préstamo cuando encaramos la crisis económica, ejecutando tan solo 1 de cada 10 euros de lo previsto para la inversión, ahogando a los autónomos y pymes porque hay proveedores que en la actual situación llevan más de seis meses para cobrar, …
Y todo esto que dejan de hacer afecta a la gente, a las políticas de bienestar, a las infraestructuras, a la educación, a la generación de empleo, al mantenimiento y limpieza de los barrios… y llevamos así, más de 5 años.
Estos deben ser los buenos propósitos, lo que les debería preocupar: no dejar en la estacada a sectores de nuestra ciudad como a los jóvenes, pymes, comercios y emprendedores del municipio, … Pero vemos que además de no salirle las cuentas a este tripartito, tampoco resuelven los problemas de sufren los vecinos y barrios de nuestra ciudad.
Al tripartito los buenos propósitos no les duran, pasan al cajón del olvido, que intentan recuperar cuando arrecian las críticas, con anuncios de planes o “el vamos a hacer” que ya no sirven de excusa ni para justificar la incapacidad de su gestión, ni la falta de resultados.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia