Eduardo Ovejero. FOTO EPDA En el último Crisol, ya expresé el rumbo de radicalización de los Grupos de la Oposición, en Les Corts y demás Instituciones. El resultado en las pasadas Elecciones Europeas, no les ha llevado a reflexionar un cambio para conectar con la Sociedad, más bien les ha hecho dar más sonoridad a sus “trompetas”, e intentar derribar las murallas de la moral del Partido Popular. Seguirán sin lograrlo, pero así continuarán minando los cimientos del actual Sistema democrático y constitucional.
Los populares, si que hemos entendido el aviso de la ciudadanía, y tanto Fabra como Rajoy, han tendido la mano para consensuar medidas, y adecuar una nueva política. Pero la izquierda, prefiere con actitudes y campañas difamatorias, seguir cuestionando el Sistema que nos ha dado la mayor y mejor etapa de nuestra historia. Intentan por todos los medios, acabar con él e implantar sibilinamente su régimen más totalitario.
Para ello, prostituyen la libertad de expresión, utilizándola como vial para inocular en la opinión pública y publicada, de forma sesgada la “maldad” del actual Sistema político y de sus representantes, claro en exclusiva, de los populares.
Como liberal convencido, creo en que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Pero a su vez toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.
Este derecho que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, debe ir paralelo e íntimamente relacionado con el de que nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, ni de ataques ilegales a su honra o reputación, para ello ya está en un Estado de Derecho, la Justicia.
Defendamos la libertad de expresión para la gente aunque no compartamos sus ideas, pero a la vez, todos los que así pensamos, debemos con nuestras actuaciones intentar que prevalezca la verdad, no las opiniones y declaraciones subjetivas de los que intenten manipulándola lograr sus objetivos.
No olvidemos nunca, que esa libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía, pero matizando que bajo su “paraguas”, nadie debe infringir las normas de la convivencia. Algunos deberían recordar o saber que la libertad de expresión, no es la licencia para decir cualquier cosa.
Es verdad que esa libertad de expresión ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos, por ello debemos trabajar y luchar para que ese derecho de todos, prevalezca sobre la prebenda de algunos.
Y la única forma de lograrlo es denunciando continuamente y ante cuantos más foros mejor, la manipulación que la Izquierda, antes la radical, y ahora por desgracia, toda, hace de ese derecho a la expresión.
Lo reitero, ¡Ya está bien!, cualquier representante, que los ciudadanos eligieron bajo las siglas del PP, no debe seguir consintiendo, el vilipendio, el desprestigio que la Izquierda radical, sigue intentando en sus declaraciones e intervenciones.
Nosotros, sí hemos entendido el mensaje de las urnas, cambiemos lo necesario. Pero seguir callados ante difamaciones, JAMÁS.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia