Vicente Climent. EPDA.Me enfrento al síndrome del folio en blanco al límite del plazo de entrega que me marcan con muchas dudas y sólo una certeza.
Tantas son las dudas que le he tenido que preguntar a mi colega María Primo de qué escribir. Ella no sabe dónde se publicará el artículo, ni, por tanto, la fecha en que la colaboración verá la luz.
Y me responde bienintencionada, intentando acomodar lo que cree que va a ser mi intención y nervio periodístico con la más rabiosa actualidad del momento, que no es otra que la inminente jornada electoral catalana. “Escribe sobre las elecciones”. Le doy las gracias, y pienso, quita, quita, que de aquí a que sepamos quién va a gobernar, y, peor, si va a gobernar alguien, el artículo se va a quedar desfasadísimo.
“No, los que se pueden quedar desfasados son ellos”, quizá me hubiera replicado de haberle hecho partícipe de mi disquisición.
Pero le evito el incordio, que es viernes por la tarde del siglo XXI, análogo al sábado por la tarde del XX visto por Baglioni.
No, no voy a escribir sobre Cataluña. Aunque, ¿saben que la candidata Albiach fue becaria mía en la COPE?
Yo ahora entiendo cosas que antes me sorprendían. Estaría bien que una valenciana gobierne el País del Nord, aunque sea para el Hacendado local de Podemos.
Pero ya he dicho que no, que no quiero hablar de... Oiga, ¿qué ha pasado con lo de la Commonwealth ésa que se pidió Puig para Reyes? La Mancomunidad de Naciones, la original, desde luego no tiene por capital ni a Cardiff ni a Edimburgo, you know, Mr.Puig?
La verdad, a mí siempre me ha llamado la atención que haya más valencianos interesados en fabular la unión con el norte que catalanes dispuestos a comprarse el sur. Baleares sí, pero eso tan raro de la Comunidad Valenciana, único sitio de España en el que se pelean por definirse y en el que han gobernado el mismo número de años rojos y azules, se ve que no les motiva del todo.
Como a mí lo de escribir sobre Cataluña.
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