No aprendemos. En España
somos así. La última burbuja del ladrillo supuso uno de los pilares de la
crisis económica de hace una década de la que aún no hemos salido del todo y
que como telón de fondo propició la pérdida de miles de puestos de trabajo. Hoy
vivimos otra burbuja, también relacionada con el sector inmobiliario, pero esta
vez del alquiler.
Antena 3 lo contó ayer y muy
bien además en un especial de su contenedor de reportajes Nos importa. Una
auténtica maravilla periodística de la que pocas cadenas pueden presumir. De
hecho nos tenemos que remontar a los siempre eficaces reportajes de Equipo de
Investigación en La Sexta o En el punto de mira de Cuatro para encontrar algo
similar. Sin embargo en Nos importa no hubo música y otros recursos
audiovisuales para envolver el producto en cierto amarillismo y morbo para
embaucar al espectador: se contaron las cosas como son.
En ciudades como Barcelona
los alquileres ya están un 50% por encima de cómo estaban antes de la crisis
económica. En otras como Madrid, Sevilla o Valencia la subida está en torno al
30%. Pudimos asistir a las sinvergüencerías de algunos propietarios capaces de
alquilar pisos de 10 metros cuadrados por 500 euros al mes simplemente por
encontrarse en la Puerta del Sol. O pisos que son más bien trasteros sin
ventanas. El caso de okupas que deciden quedarse un edificio entero y
alquilarlo, y la policía no actúa. O agentes inmobiliarios sin escrúpulos que
se aprovechan de la edad avanzada de los inquilinos para echarlos de sus casas
de toda la vida.
Salvando las distancias, el
tema de la burbuja del alquiler debe tratarse como una cuestión casi de estado
como se ha tratado la violencia de género, el acoso escolar o el abuso sexual.
Este tema impide que muchos jóvenes y no tan jóvenes no puedan acceder a una
vivienda en sus ciudades, ya no solo en el centro, y deban marcharse a pueblos
a vivir. Políticamente ni el PP, ni el PSOE ahora apenas se pronuncian. Tras el
reportaje hubiera estado viendo tener al Ministro de Fomento José Luis Ábalos
en plató siendo preguntando por periodistas y ciudadanos. Necesitamos que
después de piezas como estas de gran valor periodísticos, los políticos den la
cara y que se comprometan delante del espectador, delante de los españoles a
fijar por ley máximos de alquiler en viviendas aunque sean privadas. Pero no lo hubo.
Se necesitan más reportajes
así en televisión. Reportajes que demuestren realidades que nos afectan a todos
en horario de prime time.
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