MªJosé Carrera Cuando imaginamos el modelo de ciudad que queríamos para Sagunto y desarrollamos nuestro programa de actuaciones, teníamos claro que la defensa del feminismo sería un eje vertebrador en todas las áreas de la administración municipal.
Decía el escritor José Saramago que “todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”. Sirva esta cita para replicar a todas aquellas voces que quieren silenciar la desigualdad en el trabajo, la brecha salarial y, lo que es peor, la violencia machista. Frente a todos aquellos poderes socioeconómicos que tratan de negar la existencia de desigualdades, nosotros alentamos el feminismo como una actitud social. Es por ello que, ante el silencio o la negación de algunos sectores políticos, debemos defender y celebrar el ocho de marzo como una jornada de activismo feminista en nuestra ciudad.
Es cierto que en los últimos años se han producido numerosos avances en cuestiones como la conciliación familiar o el fomento del emprendedurismo femenino, pero no podemos contentarnos con lo conseguido, sino que debemos exigirnos avanzar con firmeza. Cuantos mayores son los progresos que se alcanzan, mayor es la satisfacción por el trayecto recorrido y más grande es el convencimiento del camino a seguir para crear una sociedad más igualitaria y justa entre hombres y mujeres.
Entre las medidas que estamos impulsando están el desarrollo de un Plan de Igualdad en nuestro ayuntamiento o la introducción de criterios igualitarios en las licitaciones y ayudas municipales, para valorar más a aquellas empresas y entidades que nos ayudan a construir una sociedad más justa. Actuaciones de índole laboral que se unen al listado de iniciativas destinadas a garantizar la seguridad de las mujeres y sensibilizar a la ciudadanía contra la violencia de género.
Por desgracia, y pese a los avances alcanzados, todavía quedan muchas barreras que superar y muros que derribar en el mercado de trabajo. Algunos son visibles cada día como el porcentaje de mujeres desempleadas o la disparidad de salarios; otros, más difíciles de percibir, son los techos de cristal que impiden a la mujer ascender en su carrera profesional y limitan la presencia femenina en las cúpulas directivas de las grandes empresas.
Nuestro compromiso es trabajar para que no exista discriminación en ningún ámbito de nuestro día a día. En la defensa del feminismo, ser valientes no es una cuestión política sino de justicia social. Trabajaremos para que Sagunto sea una ciudad referente feminista, porque cuando se silencie el eco de nuestras voces solo quedarán los hechos que hayamos sido capaces de instaurar.
Comparte la noticia