Tras cuatro meses, el 27 de octubre se hizo entrega de los diplomas acreditativos a las noventa alumnas de estos cursos. Foto: EPDA.
Surgieron como una
fórmula para ayudar a vecinas de Puçol a buscar un trabajo. Se trataba de dar
una nueva oportunidad a aquellas mujeres que en su día no habían podido obtener
una formación adecuada, normalmente por haberse dedicado a atender a sus hijos
o, en general, a su familia.
Ahora el tren pasa una
vez más.
La colaboración entre el
ayuntamiento, la oficina Amics y distintas instituciones supramunicipales ha
permitido poner en marcha cursos y talleres de distinta duración, con fórmulas
que se ajustan a las necesidades de estas mujeres y también a un mercado
cambiante. Y con una certificación que avala el interés y la preparación de
estas alumnas.
“A veces son cursos de
iniciación en temas muy precisos, como el inglés o la informática, en otras son
cursos más amplios, de un mes de duración, que las ayudan a prepararse en
materias como la geriatría, un campo en el que hoy en día es posible encontrar
trabajo si se tiene una preparación adecuada”, explica Eloísa Rosa, la concejal
de la mujer.
Cursos en los que se ha
abordado desde la cocina mediterránea hasta cómo preparar un currículum, cursos
en definitiva centrados en las necesidades del mundo actual y de unas mujeres
que intentan reintegrarse en la vida social, aunque para ello necesitan una
ayuda en dos direcciones: una formación adecuada y participar en la vida
cotidiana de Puçol.
“Es importante la
formación, pero también que estas mujeres compartan intercambios y experiencias”,
señala la alcaldesa Merche Sanchis. “De ahí que también se estén trabajando los
cursos café, que responden a un objetivo muy sencillo: que estas mujeres
compartan charlas, tertulias, conversaciones, incluso excursiones… Lo
importante es que aprendan a ser autónomas, a tener amigas, a moverse en el día
a día”.
De todo ello se habló el
jueves 27 de octubre en el Espai Social La Barraca, en un acto sencillo que
sirvió para que Eloísa Rosa, Merche Sanchis y Amparo Ferrer —la responsable de
Amics encargada de coordinar los cursos— hicieran entrega de los noventa
diplomas de estos primeros cursos. Unos diplomas que avalan sus conocimientos,
pero también su predisposición a no dejar pasar el tren de su vida una vez más.
Fue un buen momento para
comprobar lo mucho que han avanzado en ambos campos: recibieron su diploma y se
hicieron la foto de rigor, pero también charlaron, compartieron experiencias,
vivieron una mañana juntas y se demostraron a sí mismas que esta vez no han
dejado pasar el tren de su vida.
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