Fernando de Rosa /EPDAEn este octubre de 2022 vamos a conmemorar que hace 784 años que los valencianos nos constituimos como pueblo, naciendo el Reino de Valencia. Realmente durante estos cientos de años se ha ido forjando una personalidad propia que nos caracteriza dentro de los distintos pueblos que conforma España.
Es necesario recordar que los valencianos deseamos ser respetados en nuestras tradiciones y señas de identidad, sin que ninguna otra comunidad autónoma se inmiscuya en cómo deseamos organizarnos.
Nunca pondremos en duda las características de cada uno de los pueblos que formamos la gran nación española, pero nunca debemos aceptar que nos subordinen a otras culturas que no tienen nada que ver con la nuestra.
Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana aspiramos a tener garantizado nuestro futuro y para eso debemos apoyar nuestro autogobierno dentro del marco de la Constitución española. En este sentido tenemos que ser audaces y nunca renunciar a nuestras señas de identidad cediendo a invenciones creadas por aquellos pseudointelectuales que nunca han entendido nuestra personalidad.
Nuestro idioma es el valenciano, tal como lo pone de manifiesto nuestro Estatuto de autonomía, por lo que se trata de una lengua distinta a otras habladas en España, entre ellas el catalán.
Nuestra denominación es Comunidad Valenciana, entidad heredera del antiguo Reino de Valencia creado por el rey D. Jaime I en 1238, el cual quiso que tuviéramos una personalidad distinta al resto de entidades que conformaban el Reino de Aragón, por lo que nunca formamos parte de los falsos países catalanes.
Nuestro pueblo tuvo un derecho civil propio que perdimos en 1707 y que es de justicia que lo volvamos a recuperar, porque forma parte de nuestras señas de identidad.
Tenemos una Senyera con la que nos identificamos, que son las cuatro barras con franja azul coronada y que su simple vista nos emociona allá donde la veamos.
Somos un pueblo de tradiciones que nos identifican y que tan bien lo reflejan nuestros artistas. Las Fallas, las Hogueras, las Gayatas, los Moros y Cristianos, nuestras bandas de música, la pólvora y los bous al carrer, entre muchas otras tradiciones y fiestas, nos han forjado como pueblo y nos distinguen de los demás.
Por eso es necesario que apostemos por lo nuestro y lo protejamos mediante una ley de “señas de identidad” que impida que con nuestro dinero se subvencione a entidades que pongan en duda nuestra condición de valencianos. No podemos olvidar que el gobierno de Ximo Puig ha dado más de 8 millones de euros a entidades catalanizadoras. El dinero de los valencianos es para los valencianos.
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