Ignacio Palmer, alcalde en funciones de Benasau El camino hacia la búsqueda de calidad de vida en pequeños pueblos estaba marcado, pero la pandemia y sobre todo el confinamiento han terminado de diseñar un futuro prometedor para el mundo rural.
Cada vez es más común encontrar personas que este año han alargado la estancia en el pueblo al que solo iban en vacaciones. Comentarios como: “con la que está cayendo me voy a quedar en el pueblo”, un comentario al que sigue el empadronamiento. Esta situación es la que estamos viviendo en municipios como Benasau.
Entre las numerosas cualidades que tienen nuestros pueblos, se encuentran la cercanía a zonas costeras y grandes ciudades, la belleza de nuestros paisajes, las zonas de esparcimiento y la calidad de vida, sobre todo en el ámbito familiar.
Y precisamente la evolución del mercado laboral con los nuevos puestos de trabajo y el teletrabajo o incluso el futuro del transporte mediante coches autónomos, son elementos que contribuyen de manera directa a contemplar
la vida en el pueblo como una opción muy interesante.
Aún con algunas excepciones, este proceso todavía forma parte del futuro, aunque un futuro no tan lejano, es por ello que desde los Ayuntamientos tenemos que establecer en la medida de lo posible, recursos e infraestructuras para
fomentar la vuelta al mundo rural.
Desde el Ayuntamiento de Benasau, gracias a administraciones como la Diputación de Alicante mediante planes como “Planifica” o “Cerca”, estamos desarrollando acciones para la mejora de instalaciones deportivas, el
establecimiento de nuevos servicios, la mejora de las vías urbanas y garantizando los suministros básicos de agua y telecomunicaciones. Además de trabajar en un plan de turismo para contribuir a la promoción del municipio y de su entorno.
Un conjunto de acciones para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Benasau y aportar elementos que ayuden a asegurar el futuro del pueblo.
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