Chelo Poveda. EPDA En junio la Generalitat se vio obligada a pagar 7,5 millones de euros por la deuda del circuito que según Camps era a coste cero. Una deuda que, desde luego, tenía muchos ceros, concretamente los siete ceros que anteceden a un seis y que conforman los 60 millones de euros de deuda que aún hoy seguimos pagando. Mientras Camps y Rita paseaban en Ferrari y construían una ciudad llena de brillo farandulero, dejaban el pago de sus excesos para años después; ellos lo ponían en marcha pero no pensaban pagarlo. Ese problema sería de los valencianos del futuro, es decir, ahora de los valencianos del presente. Las nuevas glorias valencianas del PP hipotecaban nuestro futuro. Más allá de ese mal gestionar del PP, de su corrupción congénita y de esa mala costumbre de hipotecar nuestro futuro como sociedad (ya sea financiera, economía, social o medioambientalmente) desde Unidas Podemos nos toca hacer tierra fértil de su política de tierra quemada e intentar buscar soluciones a sus despropósitos, tanto en la Generalitat como en el Gobierno del estado.
Ejemplo de ello es que desde la Consellería de Vivienda del Vicepresidente Dalmau ha solicitado la nulidad del convenio que dio pie al circuito por irregularidades. Una paradoja es que en el Consell Juridic Consultiu tiene voz el propio Camps, y que, evidentemente, dirá que su convenio era no solo legal, sino que era un regalo para los propios valencianos. La posibilidad de que Camps retorne a la política suena. Ambiciona ser alcalde de Valencia y Valencia, sin embargo, ambiciona todo lo contrario a lo que la derecha puede ofrecer, con él o sin él. Valencia quiere unas calles transitables para las personas, no un circuito. Valencia quiere playas limpias y no un puerto más grande, contaminante y destructor de la Albufera. Valencia quiere higiene democrática y no convenios fraudulentos, visitas del Papa que esconden corruptelas, ni trajes de dudoso pago. Y de igual manera que en el gobierno y en la Generalitat Unidas Podemos se está empleando a fondo, en Podem Valencia lo hacemos también pese a que no estemos en el consistorio.
Trabajamos, junto a militantes, colaboradores y asociaciones, con la mirada puesta en los barrios y en sus problemas reales. Hay muchas respuestas que dar: la ampliación del puerto; los PAIs de Benimaclet, el Grao y Parc Central; la falta de trabajo y el abandono institucional de Orriols o la Malvarrosa... Hay muchas respuestas que dar y en todas ellas tú, seas trabajador, empresaria, funcionario o jubilada, tienes un papel que desempeñar. Es hora de que las hipotecas que cargan sobre nuestra ciudad sean resueltas por todas, con todas las voces y todas las esperanzas puestas en una ciudad más verde, más feminista y más justa.
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