María Giménez.
Desde
el más absoluto respeto, para todas y todos y a pesar de lo que
digan por ahí, no pretendo ningún ataque, ni prohibición, ni
penalización ni eliminación de ninguna subvención. Porque los
pasos atrás son propios de otras políticas… Politizar con la
palabra “tradición” es algo usado en demasía, más bien de
políticas de saldo y del discurso facilón…
Hace
no demasiado tiempo, nadie hablaba de cambio climático, de la
necesidad imperiosa de reciclar, o de reducir la contaminación y hoy
el mundo está avocado a un cambio drástico para paliar los efectos
del cambio climático y sus repercusiones en el día a día. En
materia de nuestras fiestas, y pisando suelo saguntino los festejos
tienden a cambiar, a mejorar, a completarse. Cada vez se mira más
que las fiestas sean para todos y todas, y que no primen los actos
con animales, para que nadie salga perdiendo cuando de lo que se
trata es, precisamente, de estar de fiesta y de disfrutar.
Siguiendo
el hilo argumentativo, conviene mirar bien hacia dónde queremos
dedicar el dinero del Ayuntamiento, que vaya a muchos lados y que la
fiesta enriquezca su abanico de posibilidades, por eso lo de no
dedicar fondos públicos a la compra o alquiler de animales. Para mí,
es simplemente una cuestión de principios.
La
demanda social, como dije antes, es cambiante, y en muchos municipios
ya está sucediendo, con la subvención de actos con animales. Por
citar un ejemplo próximo y destacado, en Paiporta, la alcaldesa
pactó con la comisión de fiestas repartir ese dinero a la compra de
libros de texto para los escolares. A nivel nacional, la Fundación
Altarriba, dedicada a defender los derechos de los animales cifra en
564 millones de euros en subvenciones.
Que
quede bien claro que nosotras y nosotros no queremos prohibir nada, y
en materia de este tipo de festejos, aclarar, que lo que sí se
subvencionaría serían las infraestructuras de lo que rodee a las
fiestas (recinto, cercado, barreras, o despliegues de medios,
música…), pero no el mercadeo con ninguna especie animal.
Con
esta nueva forma de hacer política quisiera unas fiestas que fueran
más participativas y más variadas. El objetivo es abrir la mente a
otras posibilidades. Buscar el apoyo económico a temas no
susceptibles de polémica animal, con lo que la ventaja sería más
dinero a otras actividades sin controversia que enriquezcan aún más
las fiestas y las hagan más variadas o incluso más acordes a la
mayoría de la ciudadanía, si se pudiera.
El
hecho de que se diera la posibilidad, de que no se subvencionen con
dinero de todas y todos, la compra o alquiler de animales, no debe
tomarse como un ataque. El político o política en calidad de
representante de los ciudadanos y ciudadanas, ha de actuar para todas
y todos, y no queremos ponernos en contra a nadie, aunque en este
tema haya muchos intereses creados y se haya politizado
incorrectamente en este hemiciclo. Tendemos un puente para dialogar
con las comisiones y los organizadores la forma de cambiar los
programas de fiestas tal y como reclama cada vez un mayor número de
gente en estos tiempos, y apelamos al consenso, para que cada vez más
colectivos se involucren en la gestión de unos festejos que aúnan
diversión, respeto y entretenimiento para todo tipo de
sensibilidades.
Para
concluir, se ha retirado el punto en cuestión, en aras de que vea la
luz la ordenanza, pero a título personal, diré que me mantengo y me
mantendré fiel a éstas, mis líneas políticas y que como he dicho,
siempre se darán desde el respeto, porque sí se puede.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia