“Llevo veinte años
trabajando en la obra y nunca me habían pedido nada, pero ahora sin carnets y
títulos nadie te contrata”. Con esta sencillez y claridad resumía David Jiménez
la situación a la que se enfrentan hoy en día aquellos que quieren trabajar en
la construcción o en almacenes. La Tarjeta Profesional de Construcción (TPC) y
la titulación en distintas especialidades son requisitos imprescindibles para
poder presentarse a cualquier convocatoria de empleo.
Por eso David es uno de
los once parados inscritos en la Agencia de Colocación de Puçol que se
inscribieron para el curso de carretillero y finalmente han sido elegidos. En
el horizonte está la obra del Camí La Mar, que comienza el 14 de enero y que
creará un paseo peatonal y una nueva carretera de doble sentido entre el casco
urbano y la playa, y existe la posibilidad de que Pavasal, la empresa
adjudicataria, contrate vecinos para este trabajo, que tiene una duración
prevista de seis meses.
Así que hay que
prepararse a fondo por si la oportunidad llega.
“La concejal de empleo ha
estado visitando las empresas de los polígonos de Puçol cada semana. Hemos
recorrido muchas que no tienen necesidades a corto o medio plazo, pero otras
han señalado necesidades futuras y ese ha sido nuestro punto de partida para
poner en marcha los cuatro cursos formativos que finalmente se han realizado
este año a través de Puçol Emprende”, apunta Mariam Cortelles, una de las trabajadoras
de la Agencia de Colocación.
Una formación que no
siempre es fácil conseguir. En concreto, para el curso de carretillero ha
habido que trabajar en colaboración con el vivero de empresas de la Cámara de
Comercio de Sagunto, quien ha realizado las gestiones para la formación teórica
y, sobre todo, práctica, ya que los once alumnos han trabajado con la
carretilla elevadora y también sobre la tradicional Fenwick, bajo la
supervisión de David Cuesta, que ha sido el monitor de prácticas en Jofemesa, y
de Encarna Alacreu, que ha impartido las clases teóricas en las oficinas de la propia
cámara.
Con esta formación, los
alumnos obtendrán los dos carnets de carretillero, lo que es un éxito para este
primer curso, al que se han apuntado más de cincuenta personas con la mirada
puesta tanto en el trabajo en almacenes como en la construcción.
“Como ya hemos explicado
en otras ocasiones, el ayuntamiento no puede contratar directamente a nadie,
porque así lo exige la Ley de Presupuestos del Estado, pero sí podemos formar a
jóvenes, mujeres, parados de larga duración y todo tipo de vecinos para que
cumplan los requisitos que nos piden las empresas de la población”, señala Paz
Carceller, concejal de empleo. “Y ya se han conseguido las primeras
contrataciones gracias a esta formación. Es un trabajo largo, que implica
muchas visitas a empresas y, sobre todo, que éstas comiencen a confiar en la
Agencia de Colocación de Puçol. Afortunadamente, esa confianza ya existe y
vienen a nosotros cuando tienen que cubrir plazas, lo que permite que los
vecinos sean los primeros de la lista para cualquier empleo que surge en la
población”.
Una formación que en 2012
ha supuesto la inversión de 19.000 euros y que para 2013 ya se ha presupuestado
en 32.000 euros junto con el Área de Bienestar Social. El único problema es que
se exige la máxima seriedad a los inscritos a estos cursos, para evitar que se
pierda ninguna plaza. Un ejemplo de ello lo tenemos precisamente en el curso de
carretillero, donde había doce plazas disponibles y finalmente sólo han podido
participar once alumnos.
“La explicación es
sencilla: hay que suscribir un seguro de responsabilidad civil a nombre de cada
uno de los alumnos, ya que van a trabajar con una maquinaria delicada, y este
seguro se realiza justo antes de comenzar el curso”, explica Paz. “Si un alumno
falla una vez comenzado, no puede ser sustituido por el siguiente de la lista
porque el seguro no lo cubre. En el curso de carretillero ha habido una
ausencia y esa plaza lamentablemente se ha perdido”.
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