Concursos de Operación Triunfo 2017. FOTO EPDA La televisión española se está americanizando. Es un hecho. Muy atrás quedó la época en la que sólo había dos canales-TVE1 y la UHF, después TVE2-; luego tres, cuando se fueron creando televisiones públicas autonómicas; después llegaron Canal+, de pago y las privadas Antena 3 y Telecinco, que se ampliaron con Cuatro y laSexta y, más tarde, la multiplicación de los canales de la TDT, que prácticamente no han aportado nada de interés. Sin embargo, han sido los canales de pago y, sobre todo, las televisiones en streaming -Netflix, HBO y la más reciente, Sky-, las que han acabado por cambiar radicalmente la manera de consumir televisión en España y, por tanto, tiene un reflejo directo en las audiencias. El punto de inflexión, aunque el declive ha sido progresivo, fue este verano y se ha confirmado en el inicio de la nueva temporada de otoño; es ya muy habitual encontrar programas con menos de dos dígitos de cuota de pantalla en las cinco principales cadenas españolas, con 'prime times' que no alcanzan ni los 3 millones de espectadores y ni siquiera la cifra que hasta hace muy poco significaba la cuota de éxito para mantener un programa, el 20%. Está pasando que nos vamos a tener que acostumbrar a hablar de éxitos cuando un programa supere el 10-12% de cuota de pantalla y exitazo cuando supere esas cifras. No obstante, el concepto de éxito o fracaso depende también de otras variables, como la cadena que emite el programa que pretendemos calificar, siempre en comparación con la media que marca la cadena a lo largo del día y del mes o las expectativas generadas y las comparaciones con el pasado, cuando se trata de la recuperación de un formato amortizado. Sí, me estoy refiriendo a Operación Triunfo.
Todo el mundo conoce Operación Triunfo, como también Gran Hermano. Nacieron casi al mismo tiempo y arrasaron en TVE y Telecinco, respectivamente, con cuotas que llegaron a alcanzar cifras ya imposibles del 50% de share e incluso del 60 o del 70% en los programas finales. Hoy ambos son un fracaso, aunque no son los únicos. Operación Triunfo se estrenó con un 19% y venció a La que se avecina, que cosechó poco más del 17%. El segundo programa, sin embargo, OT bajó a un 15'9% y La que se avecina se disparaba a un 20'5. Es pronto para certificar la muerte de OT pero la tendencia a la baja, después de los reencuentros de la primera edición y toda la campaña promocional de TVE -atípica en la cadena pública- hace presagiar lo peor. Ya que estoy, os daré mi opinión. Creo que OT seguirá bajando hasta languidecer por varias razones. El formato está caduco y es un quiero -repetir el éxito de la primera edición- y no puedo. Y menos en TVE, hundida en audiencia y con un público joven que huye de la misma. De hecho, el target juvenil elige La que se avecina. Y otra razón: el programa de talent musical de moda es La Voz y la está emitiendo en la actualidad Telecinco, por lo que hay una saturación de espacios similares. Si en los dos o tres próximos programas de OT, la audiencia se aproxima al 10%, consideradlo un fracaso y no habrá renovación.
¿Otros fracasos? El de Gran Hermano. El jueves pasado se quedó en casi el 13% de cuota, la peor de su historia. Es cierto que la competencia de dos grandes series es durísima y hay que añadir el interés por el conflicto de Cataluña, que ha dado récord histórico a laSexta en octubre. El inicio de temporada es el más atípico también de la historia, pero es evidente que el programa no tiene remedio y, salvo milagro en el corto plazo, podríamos hablar del último Gran Hermano, salvo que volviera Mercedes Milá. Está por ver si Gran Hermano VIP también está amortizado o si, como sucedió el año pasado, el buen casting dispara la audiencia de la versión de famosos de la casa de Guadalix de la Sierra. Moraleja: todo principio tiene su final.
Por lo demás, la nueva temporada está repleta de fracasos -si es que todavía queremos pensar que la televisión no se ha americanizado todavía del todo-, como el de 'Ella es tu padre', que desapareció sin avisar, dada la necesidad de Telecinco de arañar hasta la última décima para vencer octubre, como finalmente consiguió; la segunda temporada de 'La casa de papel', que intenta buscar su hueco en el prime time de Antena 3 sin éxito por el momento; 'El Ministerio del Tiempo', que se ha despedido por la puerta de atrás en TVE, televisión que ha maltratado a una de las mejores series de la historia de la televisión española; u 'Hora Punta', ese engendro que presenta Javier Cárdenas, mucho mejor en la radio que en la televisión, con contenidos en el access prime time inapropiados para una televisión pública. Entre las pequeñas, Cuatro no es que sume fracasos, es que no acierta casi con nada, a excepción de 'Quién quiere casarse con mi hijo' o 'Volando voy' y el cine el fin de semana. LaSexta está disparada gracias a convertirse casi prácticamente en una cadena informativa dedicada a Cataluña.
Con noviembre recién estrenado, las cadenas vuelven con nuevos estrenos para intentar remontar el mes de octubre más atípico de la historia de la televisión reciente.
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