Chelo Poveda. EPDA A menudo nos miramos el ombligo y encontramos la pelusilla de nuestros propios errores y los errores de otros (o como los percibimos). Que si no estamos unidos en un partido, que si unirnos en un frente amplio nos desdibuja, que si la gente ya no se considera clase obrera, que si los jóvenes no salen a la calle (mentira), que si patatín o patatán...
Si algo tenemos en la izquierda es optimismo. Desde el concejal más triste y cansado hasta la última joven militante feminista tenemos una impronta que nos empuja y que no debemos olvidar nunca. Frente al conservadurismo que quiere mantener el status quo la izquierda siempre ha tenido un espíritu centrado en mejorar las cosas, en cambiarlas a bien porque siempre hay margen para mejorar. Unos quieren mantener posiciones o que retrocedamos y nosotr@s queremos avanzar. La sola idea de que nuestra política es mejorar los derechos de la gente a mi me sirve (y creo nos debería servir a tod@s) para mantener la moral alta en la militancia política.
No todo van a ser alegrías, tendremos momentos mejores y peores, victorias y derrotas, y a veces incluso contradicciones que harían temblar al mismísimo Atlas... es así la democracia, pero que la coyuntura no marque nuestro ímpetu y mucho menos lo haga venirse abajo. Como decía la canción de Dragon Ball, siempre arriba (con el ímpetu progresista).
La organización, la militancia y la lucha colectiva ha sido y es la mejor forma de conseguir que nuestras ideas triunfen, y, más allá de la actualidad cambiante y urgente, hemos de recordar que la política va mucho más allá de lo que sale en los medios, va mucho más del espectáculo amarillista de Al Rojo Vivo o de las manipulaciones de las noticias de Antena 3 o del panfleto de Inda. La política es algo mucho más serio. Hablamos de derechos, de justicia, de igualdad. Esto es serio, y las cosas serias requieren de buen humor, amabilidad y empatía.
¿Y por qué tanta motivación? Pues por una idea muy sencilla; nuestro proyecto es el mejor, así de simple. El proyecto del otro lado nos divide en blancos o negros, en cosas de hombres o de mujeres, nos obliga a la miseria laboral y nos ofrece un horizonte de cambio climático, sequías, incendios, hambre y sed. En nuestro lado, nuestro proyecto integra los derechos humanos, la mejora de derechos laborales, un sistema económico que protege el medio ambiente y el feminismo y la igualdad racial. Nuestro proyecto es lo mejor de la tradición humanista. Eso es un proyecto ganador lo mires por donde lo mires. Es un proyecto que le habla a todo el mundo y que le puede seducir a todo el mundo. Eso sí, con optimismo.
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