El Hospital
de la Vega Baja participa en un ensayo clínico que evalúa la eficacia de la
administración precoz de Eritropoyetina, un hormona que estimula la
formación de glóbulos rojos, simultáneamente con el hierro carboximaltosa intravenoso para favorecer
la disminución del número de trasfusiones sanguíneas tras una intervención
quirúrgica por fractura de cadera.
El Dr. José Murcia Zaragoza, especialista en
Medicina Interna del centro y el
Servicio de Traumatología del centro colaboran con otros nueve hospitales del
país en este trabajo de investigación. “Se trata de un estudio independiente que nace de la inquietud
profesional de grupo de médicos pertenecientes al grupo de trabajo de pacientes
ancianos y pluripatológicos de la Sociedad
Española de Medicina Interna. Dicho proyecto viene impulsado por la UCAMI del Hospital
Virgen del Rocío de Sevilla”, comenta el especialista.
Fractura de cadera de origen traumático en mayores de 65 años
El Dr. Murcia explica que “la fractura
de cadera (FxC) es un proceso altamente prevalente en España, que
afecta fundamentalmente a ancianos”. Además, el investigador señala que los ancianos con este diagnóstico están
expuestos a múltiples complicaciones, esencialmente médicas, sobre todo, en
aquellos más frágiles por coexistir diferentes patologías. “Existen diferentes
mecanismos fisiopatológicos por los que los pacientes intervenidos por una FxC
pueden sufrir una pérdida sanguínea que desemboque en una anemia”, afirma el
Dr. Murcia. Entre un tercio y la mitad
de estos pacientes precisarán una transfusión sanguínea para revertir la
anemia, con los riesgos que conlleva esta acción, sobre todo, en la
población anciana.
Las transfusiones pueden agravar las patologías
crónicas que padecen los pacientes pluripatologicos, incluso incrementar el riesgo de infecciones nosocomiales,
las infecciones virales, bacterianas y parasitarias derivadas de la transfusión
de unidades de hemoderivados, así como otra muchas complicaciones.
Por todo ello,
se ha emprendido este ensayo clínico que tiene como principal objetivo demostrar la hipótesis de que
el uso de este combinado intravenoso, administrado precozmente en el periodo
del ingreso hospitalario, resulta eficaz en términos de reducción de las transfusiones de concentrados de hematíes.
Asimismo, el estudio pretende evaluar la eficacia de este tratamiento
conjunto comparado con otros tratamientos, analizar la eficacia secundaria, es
decir, la reducción del número de
concentrados de hematíes, de la mortalidad durante el ingreso, de la estancia, la
calidad de vida posterior del paciente y el balance costo-beneficio de esta estrategia.
El ensayo clínico es fundamentadamente un programa de ahorro de hemoderivados,
por lo que los beneficios esperados son dobles. Según el Dr. Murcia: “Por un
lado evitamos transfusiones en pacientes con riesgo de presentar sobrecargas de
volumen, riesgo de infección e inmunosupresión, por otro, conseguimos que un
bien tan limitado como son los hemoderivados estén disponible para otro tipo de
pacientes”.
El
ensayo, que todavía está en proceso, cuenta con la participación de pacientes mayores de 65 años de edad que ingresan en
el hospital por fractura de cadera de origen traumático, con unos índices de
hemoglobina determinados. El Dr. Murcia certifica que “el ensayo respeta las
normas de buena práctica clínica y los derechos de los pacientes incluidos en
el mismo, garantizando la validez de los datos y los resultados obtenidos”.
Actualmente, el hospital ha aportado 21 pacientes al estudio, situándose en el tercer
lugar en número de inclusión de
pacientes entre los hospitales participantes, por detrás de Hospital Virgen del
Rocío, hospital promotor del ensayo clínico, y de Hospital San Juan de Dios de
Aljarafe.
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