Marian Adrián. Día Internacional de la Mujer. Una fecha donde
todas intentamos hacer y decir algo más, en nombre propio y el de todas y todos,
por la defensa de la mujer, de su indiscutida igualdad legal, pero su siempre
ninguneada igualdad real. Este 8 de marzo nos llega en España, pero nos toca a
cada una bien de cerca y bien adentro, con un nuevo ataque a nuestra libertad
y, por tanto, a nuestra libertad. Pues por si algún distraído anda suelto por
ahí, vale aclararlo, que sin libertad la mujer no puede gestar dignidad.
El PP y Rajoy nos “regala”, pues realmente es un
Ley gratuita, que nadie reclamaba ni exigía, más allá de la caverna
ultramontana de la derecha y la iglesia más conservadora y algún que otro reaccionario
quedado en la historia, una normativa sobre el aborto que la inmensa mayoría de
mujeres rechazamos. Un aplastante rechazo de la sociedad española, tanto de
las asociaciones de mujeres como desde el ámbito sanitario y científico. A
iniciativa del PSOE, el rechazo llega desde el Parlamento Europeo como desde el
Consejo de Europa. En nombre de muchas mujeres y de mi partido, me sumo y me
niego a otra marcha atrás.
No es verdad que sea una nueva Ley que nos protege:
En primer lugar, no se puede obligar a una mujer a ser madre cuando no quiere
serlo. Ese no es el camino para fomentar la maternidad. Tampoco lo es recortar
derechos y recursos a la educación, la sanidad y la política social. Y, desde
luego, no se protege la maternidad cuando se eliminan todo tipo de estímulos
vinculados a los derechos de las mujeres y el fomento de la igualdad.
Desde el mismo día en que fue anunciada por el
Gobierno del PP la reforma de la Ley del Aborto, el PSOE ha liderado una
oposición frontal –con todos los medios a su alcance-, dentro y fuera de nuestro
país, para impedir que a las mujeres españolas se les quite el derecho que la
Ley en vigor nos reconoce a decidir sobre su maternidad.
Si la sociedad española no
quiere una marcha atrás en materia de legislación del aborto ni reclama
ninguna reforma. Si las mujeres españolas no quieren una marcha atrás. Si
Europa no quiere que España de marcha, cuando tiene una Ley similar a la que
existe en el resto de los países de la Unión Europea. Es evidente que el que
tiene que dar marcha atrás es Rajoy.
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