Pablo IglesiasPodemos se desinfla en los sondeos preelectorales pero también en las audiencias. Desdeque a mediados de 2014, Pablo Iglesias multiplicará sus intervenciones en televisión, los audímetros estaban de su parte. Programa al que iba, programa que marcaba máximo histórico, o casi, y arrasaba en audiencia. Sin embargo, los sondeos empezaron a bajar y desde la dirección del partido (y asesorados, como no, por un equipo de comunicación) decidieron que Iglesias limitara sus apariciones en televisión para no "cansar el espectador/votante".En su lugar, miembros del partido, como Iñigo Errejón, han ocupado el lugar del líder del partido en la mayoría de las tertulias. Momento que ha aprovechado Ciudadanos para, con un mensaje menos radical, subir como la espuma.
Política aparte, Pablo Iglesias se sentó anoche con Pepa Bueno en Viajando con Chester y puso en evidencia que el fenómeno Podemos o el fenómeno Iglesias ya no es lo que era, algo que paralelamente también muestran los sondeos anteriores a la próximas elecciones del 24 de mayo. La aparición ayer del líder de Podemos no arrastró a la audiencia como lo hacía antes y todo ello pese al anunciado careo ficticio con Albert Rivera en un montaje chesteriano tan breve como decepcionante. Viajando con Chester no llegó a los dos dígitos de audiencia y ni tan siquiera superó la 5ª plaza en las audiencias de la noche dominical. En frente, el Debate de Supervivientes con un 18,3% de share en T5, las películas de Antena 3 y TVE1 ambas con un 13% de cuota de pantalla y el triunfo de Évole, un domingo más, con Salvados y su inquietante y necesaria entrevista con un ex miembro de ETA. Évole despidió otra temporada triunfal en La Sexta con casi tres millones y un 16% de share. Viajando con Chester se tuvo que conformar con 1,7 millones y solamente el 9,6%, pese a ello una audiencia bastante positiva para una cadena que ronda una media mensual del 7,5% de share.
Dos titulares más que sorprendentes dejó Iglesias en su entrevista con Bueno. Una desalentadora para los votantes e injusta para el resto de los españoles: "Nunca he soñado con ser Presidente del Gobierno, es más una pesadilla que un sueño. Lo asumiré pero como una obligación". Perplejos nos quedamos con ese comentario, todo un canto a la desidia política en un país abrumado con la desazón en este terreno y la abundancia de políticos desganados. Otro, de Iglesias a Bueno, "Si te cansas de 'Viajando con Chester', yo no tendría problemas en sustituirte". Las críticas no han llegado en aparecer, sobre todo por redes sociales y foros. Y es que es de todos conocida la pasión de Iglesias por la televisión, afición que pone en práctica desde su propio programa de televisión en La Tuerka.
Mi duda es: ¿Quiere ser Pablo Iglesias presidente del gobierno o estrella mediática? Declaraciones como estas son otra de las causas por las que Podemos sigue bajando en votos. Y no solo por el ascenso de Ciudadanos.
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