Sucursal del monte de piedad La crisis social derivada de la pandemia ha cambiado el perfil de quien acude al monte de piedad: ahora llegan padres que llevan las joyas de la comunión de los hijos para comprarles una tableta destinada a su educación a distancia o pequeños empresarios que empeñan sus relojes de oro o sellos para solventar problemas en su empresa.
La caída de la economía ha hecho aparecer una clientela diferente a esa mayoría de mujeres de entre 50 y 65 años que llevaban las joyas de oro a cambio de una suma de dinero prestado, y se han incorporado nuevos clientes que necesitan financiación para pequeños gastos de forma rápida y barata.
Autónomos, profesionales liberales, pequeños empresarios que aportan a la empresa una parte de su patrimonio personal o familias que han de comprar un medio electrónico a sus hijos para seguir las clases por internet han acudido en los últimos meses a las oficinas que los montes de piedad tienen desplegadas por la Comunitat Valenciana.
EL MONTE DE PIEDAD DE VALENCIA
El aumento de operaciones registrado ha hecho crecer un 10 % el negocio (el capital prestado) entre mayo y agosto en relación al mismo periodo de 2019 en el monte de piedad de Bancaja en la plaza del Obispo Amigó en València, que tiene una cartera de clientes de alrededor de 13.000 y 25.000 préstamos vigentes a fecha de septiembre.
Este repunte se ha observado en muy poco plazo de tiempo, a diferencia de lo que ocurrió en la crisis de 2007, cuando la curva también ascendió pero de manera mucho más suave, según explica a EFE la directora de los montes de piedad de la Fundación Bancaja, Ana Soto.
Es habitual que un cliente no haga solo una operación sino tres o cuatro, por lo que se llegaron a gestionar 400 operaciones diarias a finales de mayo y principios de junio, el pico más alto registrado; en las últimas semanas la afluencia a las oficinas ha comenzado a estabilizarse.
La idea de que quienes acuden a los montes de piedad están "al borde del precipicio" es un concepto "anacrónico", según Soto, pues el dinero que presta la entidad se suele dedicar a "gastos normales" como irse de vacaciones, arreglar la lavadora o comprar los libros de los niños.
Por eso, quiere que se extienda el conocimiento entre la sociedad de su existencia y funcionamiento: conceden préstamos con garantía pignoraticia de joyas a partir de una tasación por parte de gemólogos, con vencimiento de un año renovable tantas veces como necesite el cliente, y recuperable antes de tiempo sin penalización ni comisión.
Se trata de financiación alternativa a la bancaria, con entre el 6 y el 8,5 % de interés anual -en función del importe del préstamo-, frente a las condiciones mensuales de otros negocios como las casas de compraventa, y el valor del préstamo es del 60 % de la tasación.
La media del importe de los préstamos ronda los 750-800 euros y se conceden a partir de un importe mínimo de 100 euros, y la crisis del coronavirus ha traído una revitalización de las renovaciones coincidiendo con el aumento del precio del oro a máximos históricos. Solo el 3 % de las joyas llega a subasta.
La Fundación Bancaja cuenta con oficinas en las capitales de provincia de la Comunitat Valenciana tras su expansión a Alicante y Castelló en los últimos cuatro años. El de València es el monte de piedad más antiguo de la Fundación Bancaja, con 142 años de historia y en sus inicios se empeñaban ajuares, sábanas, máquinas de coser e incluso obras de arte.
El monte de piedad de Bancaja pasó a integrarse en su fundación cuando se integró en Bankia, lo mismo que ocurrió en Montemadrid, el primero en volumen en España y que tiene presencia en la Comunitat Valenciana con una oficina en Alicante, situada cerca de Bancaja.
LOS NÚMEROS DE MONTEMADRID
Montemadrid ha registrado números positivos desde el inicio de la crisis con un crecimiento del 4,8 % en número de clientes, frente al 1,18 % de antes de la crisis; un 2,82 % en número de préstamos -un 2,62 % anterior-; y un 8,51 % en importe de crédito concedido con 629 euros de media, frente al aumento del 2 % y 593 euros.
Según fuentes de Montemadrid consultadas por EFE, en la oficina de la calle Álvarez Sereix de Alicante se han superado los 1,3 millones de euros en préstamos vivos, una cifra récord en esta oficina que este mes de octubre cumple cinco años con 2,69 millones de euros en créditos concedidos a la sociedad alicantina.
En las seis oficinas de la red de Montes de Fundación Montemadrid, más allá del incremento en créditos, se ha incrementado también el número de recuperaciones de piezas empeñadas, en parte debido a que durante el confinamiento las personas han ahorrado al estar en sus casas.
EL INCIPIENTE MONTE DE PIEDAD DE CAIXA ONTINYENT
Caixa Ontinyent ha recuperado recientemente su monte de piedad, que ya funcionó en el periodo entre 1884 y 1964, y desde julio de este año ha realizado cinco operaciones con una media de 1.100 euros por operación.
Según Vicente Ortiz, jefe de Secretaría y Obra Social de la caja, hay dos tipos de clientes: los que tienen una necesidad concreta e inmediata, que son la mayoría, y quienes prefieren disponer de un dinero en lugar de tener guardada la joya.
Este monte subcontrata operación a operación y dos empleados de la Fundación se dedican a él a través de cita previa, ya que no cuenta con una oficina específica. La caja dispone de un programa de educación financiera y colabora con los CEFIRE de Xàtiva y Cheste en este ámbito.
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