Manuel de la Huerga. FOTO EPDA
Los partidos políticos que todos conocemos, que gobiernan,
que están en la oposición, que crean plataformas y que tanto se llenan la boca
en la tele de tener la receta mágica de cómo solucionar la crisis (claro en la
oposición, pierden la receta al llegar al gobierno), se financian con dinero
público. Para hacernos una idea aquí una imagen del BOE, modificado para no
incumplir la ley, que circula por las redes sociales de cómo los partidos
políticos (mayoritarios y minoritarios) se reparten el pastel de las
subvenciones.
De este reparto me molestan y me preocupan 2 cosas: la 1ª
¿Tiene más prioridad la subvención a partidos políticos a las ayudas que se les
puedan dar a familias con niños con dificultades para COMER? Y la 2ª: De este
sabroso trozo de pastel de dinero público, ¿qué parte les llega para
iniciativas de trabajo a los concejales, alcaldes, alcaldesas y a las gestoras
locales de los partidos? Concejales, alcaldes y alcaldesas que son los que dan
la cara por el partido ante sus vecinos y son los que se juegan el tipo muchas
veces defendiendo los chanchullos y tropelías de los de arriba.
Sobre la 1ª cuestión que planteo sobre si ¿Tiene más
prioridad la subvención a partidos políticos a las ayudas que se les puedan dar
a familias con niños con dificultades para COMER? Yo creo que no. Considero que
dada la situación actual que atravesamos el presupuesto general del Estado se debe
de priorizar al máximo para cosas serias y de extrema gravedad/necesidad. Creo
que es necesario que se regule por ley el hecho de que la partida
presupuestaria a garantizar los derechos humanos de los Españoles está por
encima de cualquier tipo de subvención a partidos políticos, sindicatos,
patronales… y otros muchos vampiros de dinero público.
Me niego a quedarme de brazos cruzados mientras el PPSOE,
IUPyD y otros tantos impresentables se reparten nuestro dinero habiendo
familias buscando comida en los contenedores porque no tienen que llevarle a la
boca a sus hijos y habiendo ciudadanos a los que se les niega agua potable y
servicios básicos en distintos hospitales por falta de medios.
Sobre la 2ª: De este sabroso trozo de pastel de dinero
público, ¿qué parte les llega para iniciativas de trabajo a los concejales,
alcaldes, alcaldesas y a las gestoras locales de los partidos? Me pregunto esto
porque desconozco si de estas grandes subvenciones, los partidos invierten,
cuando llegan elecciones en presupuesto electoral, carteles, propaganda de las
propuestas e ideas del partido o por el contrario el/los candidatos deben
pagárselo todo ellos. En caso de ser la segunda opción, que los desconozco por
la opacidad de las cuentas de los partidos políticos, no se está valorando el
trabajo de aquellos que día a día aportan su esfuerzo en sus pueblos y ante sus
vecinos, para que en lugar de eso se utilice ese dinero para pagar las
chorradas que se les antoje a los pocos en lasélitesde los
partidos.
Lo digo porque la transparencia en la cuentas de los
partidos políticos brilla por su ausencia y creo que todo partido político que
se financie con dinero público debería al menos de rendirle cuentas de una
manera clara y transparente a los ciudadanos que los subvencionamos. Falta de
claridad en las cuentas que trae como consecuencia cada vez más políticos que
se les descubren cuentas en Suiza, Estados Unidos y que no sabe explicar ni el
mismo político de qué forma lícita ha conseguido dicha cantidad de dinero.
Solo espero que esta ley de transparencia no sea otra de las
campañas de marketing y lavado de imagen de los partidos políticos y que sea de
una vez por todas una realidad y no una mera declaración de buenas intenciones.
Y ojala que los gobernantes y los de la oposición tomen conciencia de que la
transparencia es un instrumento que permite brindar un mejor servicio público a
los ciudadanos.
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