Pascual Torrent , Gestor de visitas del Micalet en la Catedral de València.Pasqual Torrent empezó con 21 años como taquillero y ahora, ya graduado en Turismo, gestiona las visitas a la torre del Micalet (Miguelete), uno de los principales emblemas de Valencia con sus 51 metros de altura hasta la terraza y 70 a su cima, la espadaña. Aclara dudas, responde preguntas y orienta cada día a cientos de personas que ascienden por el campanario de la catedral. El horario para hacerlo es de 10 a 18,30 de lunes a sábado y de 10 a 13 y de 17,15 a 19 horas en domingo. Dos euros cuesta el billete de acceso. Nos acercamos al Micalet, la torre que hasta hace no mucho tiempo era uno de los lugares más altos para contemplar el ‘cap i casal’ desde las alturas.
¿Cuántos visitantes afrontan el reto a diario de subir los 207 escalones?
Podemos hablar de entre 500 a 1.000, con picos de máximos de 1.400 en fechas muy marcadas, como Fallas, con turismo internacional, y Semana Santa, con más turismo nacional. Tenga en cuenta que el Mercado Central y la Catedral son los dos monumentos más visitados de la ciudad.
¿Qué nacionalidad de turista es el más aficionado a ascender a la torre del Micalet?
Italianos y franceses, aunque los fines de semana vienen muchas familias locales, sobre todo con los niños, que ya van estudiando en el cole el Micalet y tienen curiosidad por subir. Les acompañan muchas veces sus abuelos, que quieren compartir con ellos esta experiencia.
¿Sigue siendo una tradición valenciana subir al campanario?
El 10% de visitantes es autóctono. También nos viene mucha excursión de colegios. Las visitas de grupos las organizamos con cita previa al correo miguelete@catedraldevalencia.es. Resulta más práctico para no saturar la torre, ya que dejamos entre 35 y 40 minutos por grupo, que suele ser el promedio de tiempo que emplea cada persona en esta actividad.
Antes de subir, ¿qué es lo que más le preguntan?
Existen tres preguntas típicas: cuántos escalones hay (207), si dispone de ascensor (no) y de qué siglo es (se acabó en el XV).
¿Y qué le comentan al bajar, además de las vistas o el esfuerzo realizado?
Pues me preguntan por las torres de Quart o de Serranos, o por las marcas de cantero que ven en paredes, que serían como la firma del cantero.
¿Existe algún perfil con mejor forma física?
Cuando hay cruceros, los japoneses.
¿Y abunda quien sube por deporte, como entrenamiento?
Pues vienen personas que tienen afición y que cada vez acuden con acompañantes diferentes. En cuanto a deporte, llegó una vez un señor con mallas que subió y, claro, bajó, cuatro veces seguidas el Micalet.
Antes hemos hablado de nacionalidades de turistas. Ya que estamos con datos, me gustaría también saber si aumenta el número de visitantes.
En los últimos dos años hemos notado un incremento. Creo que se debe a tres factores: a más vuelos con compañías aéreas de bajo coste, a que mucha gente no quiere ir a Cataluña por el conflicto político y cambia su destino por València y a la declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad, además del público que acude a competiciones deportivas como el maratón, los partidos de Champions del Valencia CF…
A quién sube, ¿qué le recomienda en el ascenso para hacerlo más llevadero?
Que vaya poco a poco, que la escalera se estrecha mucho a partir de la sala de campanas, a los 37 metros de altura y que, si se trata de grupos, en que se fijen en si tienen los semáforos que hemos puesto para facilitar el tránsito en verde o en rojo.
Y una vez arriba, ascendidos esos 51 metros, y con la panorámica desde la terraza, ¿en qué sugiere que se fijen?
Pues aconsejo que cada cual intente transportarse al pasado, que se imagine la muralla circundando las torres de Serranos y de Quart, la distribución del casco histórico. Y, si el día es diáfano, que mire hacia el puerto.
¿Cuántas personas caben en la terraza?
Hasta 300, aunque, por motivos de seguridad, no dejamos a más de 100 a la vez.
Una vez contemplada València desde la altura del Miguelete, ¿recibe alguna petición típica de quien desciende?
Por ejemplo, que pongamos una placa explicativa en la terraza sobre los principales monumentos que vislumbran.
¿Ha sufrido pintadas o algún tipo de deterioro la torre por acción de visitantes?
Un par de pintadas en el último año en la escalera. Una en italiano y otra en la espadaña bajo una campana.
¿Está prevista alguna reforma en el Micalet para ampliar su atractivo?
La antigua prisión, la sala de campaneros y la sala de campanas están cerradas al público y las gestiona el Gremio de Campaneros. Parece que podrían abrirlas en el futuro. En la actualidad el acceso a la torre se orienta a la terraza.
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