Cosme Herranz. Después de tanto tiempo
esperando a que llegara la Semana Santa y la Pascua para poder
descansar unos días y afrontar con energía los últimos meses antes
del verano, y ya se han pasado, casi sin darnos cuenta. Esto para los
privilegiados que tenemos un puesto de trabajo y un sueldo más o
menos digno que nos permite afrontar los gastos mensuales y poco más.
Pero para más del 20% de parados/as que tenemos en El Puerto y otro
tanto de trabajadores/as con sueldos precarios igual la Semana Santa
y la Pascua no les ha hecho tanta gracia. Y con razón.
Las festividades, en una
ciudad turística como El Puerto, son muy importantes para generar
puestos de trabajo. He podido observar una afluencia de turistas
importantes con las terrazas del paseo porteño y de la Avenida
Mediterráneo bastante llenas. Aunque habrá que esperar a los datos
que publiquen las diferentes asociaciones de comerciantes de El
Puerto.
Debemos de agradecer
enormemente a los hostelerosy comerciantes en general de El Puerto el
servicio que presta a la ciudadanía para disfrutar comiendo,
merendando, cenando, tomando algo o comprando cualquer tipo de
producto. La oferta es amplia y variada. Yo soy de los que le gusta
salir por El Puerto y consumir en nuestros comercios, a nuestros/as
vecinos/as para que esa riqueza generada vuelva a ser invertida en
nuestra ciudad generando puestos de trabajo. Está claro, que alguna
escapada a Valencia todos hacemos por cambiar de aires, pero siempre
teniendo en cuenta nuestro comercio local porteño.
Cuando tengamos
ayuntamiento propio y seamos por derecho un municipio independiente
podremos invertir nuestros impuestos íntegramente en El Puerto y
llamar a las cosas por su nombre: playa de El Puerto, industria
porteña, comercio porteño, fundación de patrimonio de El Puerto,
al Acero y al Fertiberia Puerto Sagunto en la prensa llamarles
equipos porteños que es lo que son, y así un sinfin de ejemplos.
Tenemos que fomentar
nuestro patrimonio industrial, nuestra playa, nuestra historia con
más de 100 años, estar orgullosos de nuestas raíces, de nuestras
costumbres y tradiciones, de nuestra lengua castellana, la lengua de
nuestros mayores. Los/as porteños/as somos gente respetuosa, amable,
acogedora y los turistas que nos visitan se van encantados. Por eso,
estas Pascuas se ha visto muy buen ambiente y nos han visitado
muchísimas personas, que esperamos que en la temporada estival
vuelvan a visitarnos. El Horno Alto porteño, titánico y majestuoso,
les estará esperando.
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