Concentración a las puertas del Ayuntamiento de Paterna. EPDA
El municipio
de Paterna guarda hoy luto oficial en memoria de la vecina de la localidad Ana
Aibar Moscoso, asesinada en la tarde de ayer por su marido, que posteriormente
se quitó también la vida. Las banderas ondean a media asta en los edificios
públicos y la Corporación Municipal acompañada por un gran número de vecinos ha
guardado cinco minutos de silencio en recuerdo de la víctima y para condenar la
violencia hacia las mujeres.
La alcaldesa
de Paterna, Elena Martínez, en representación de todos los grupos políticos ha
dado lectura a un manifiesto contra la violencia de género, considerándola “el
símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad”. Contra
esta lacra social la alcaldesa ha reclamado “la necesidad de perseverar en políticas
de prevención y transmitir valores de igualdad en las relaciones entre hombres
y mujeres impulsando políticas de igualdad en todos los ámbitos: escolar,
laboral y familiar”.
A preguntas de
los periodistas, la alcaldesa explicó que el Ayuntamiento puso
a disposición de la familia dos psicólogos que asistieron en la tarde de ayer a
los parientes de la fallecida y añadió que la respuesta policial fue adecuada
pese a que ya no podía hacerse nada por evitar la tragedia. Elena Martínez indicó también que según indicaciones de Policía Nacional y Policía Local no
había constancia de ninguna denuncia o advertencia previa por violencia
doméstica y ha mostrado su pesar por el hecho de que “sucesos tan lamentables
sean parte de la realidad que vivimos”.
El crimen ocurrió en la tarde de ayer en un piso ubicado en la calle Enric Valor de Paterna. Al parecer, el marido, del que la víctima había iniciado los trámites de separación, acudió al domicilio para llevarse a la hija que ambos tenían en común. La niña, de 6 años, se encontraba en la casa en el momento del asesinato, junto a su hermana -hija de la mujer asesinada- y una amiga. La pareja se enzarzó en una discusión en el dormitorio principal donde la mujer murió tras recibir varios tiros con una escopeta de caza propiedad de su asesino, quien se quitó la vida segundos después.
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