Juan Antonio Sagredo.
Hace unos meses, asistí a
la presentación de la obra Tierra de saqueo, del periodista y escritor Sergi
Castillo. Se trata de un libro que recoge fielmente los casos de corrupción que
hemos padecido los valencianos durante estos últimos años.
En vista de los últimos
episodios acaecidos en Paterna, estoy pensando seriamente en regalarle estas
fiestas a su alcalde uno de estos ejemplares. Quizá al leerlo le entre algo de
vergüenza y deje de seguir los pasos de sus compañeros de partido.
Y es que hace tan sólo una
semana, Paterna volvía a ser noticia. Ni venía otro IKEA, ni llegaban esos miles
de puestos de empleo anunciados ni el alcalde se iba por decimoctava vez a
China. En esta ocasión, el clímax mediático se congregaba a las puertas del
Juzgado número 1 de Paterna donde el primer edil del pueblo prestaba declaración
como imputado por un presunto delito de prevaricación.
Estar en boca de todos tus
vecinos por no gobernar como toca y estar permanentemente bajo la sombra de la
corrupción y el despilfarro no es plato de buen gusto para nadie, y menos aún
para los 68.000 paterneros y paterneras que, desde hace 7 años, asisten
patidifusos a bochornosos sainetes protagonizados por su máximo dirigente
municipal.
Acaba el año y las cosas en
Paterna pintan mal, muy mal. Ya sabemos que el alcalde se empeña en seguir
conduciendo al consistorio a la más absoluta ruina con unos presupuestos para
2014 injustos y ficticios en los que permite la inclusión de indecentes gastos
millonarios en salarios, viajes, azafatas, publicidad y actos.
Pero es que encima hace
leña del árbol caído aprobando un desorbitado sueldo de 77.000 euros a la
gerente de la empresa pública SUMPA que, tras quebrar bajo su mandato por su
mala gestión, se encuentra a punto de ser liquidada.
¿Alguien puede entender
cómo es posible seguir pagando a una sola persona una nómina de más de 6.000
euros al mes durante todo 2014 con una entidad en quiebra y además tener la
osadía y la caradura de seguir echándole la culpa de todo al gobierno anterior?
¿Desde cuándo hay que
exonerar actitudes caciquiles, faltas de respeto, calumnias, falsos
testimonios y confrontaciones deliberadas entre departamentos consistoriales?
Ante semejantes hechos, ni
se tiene legitimidad, ni autoridad ni honestidad como para seguir pidiendo al
pueblo esfuerzos, sobre todo cuando el propio PP paternero no es capaz de
cerrar su continuo e injustificado grifo del derroche.
Desde hace unas semanas
asistimos incrédulos a una pasmosa ‘fuga de responsabilidades’ en Paterna
cumpliendo “al dedillo” con la hoja de ruta marcada por el PPCV. Desde el
despilfarro y la ilegalidad hasta la negación de hechos pasando por la culpa a
terceros.
Por desgracia, esta
secuencia se ha convertido en algo sistemático en la derecha paternera y
valenciana y, lamentablemente, nos ha conducido al peor de los escenarios.
Por todo esto, para que
podamos pasar página recomiendo empezar por las de “Tierra de Saqueo”, porque
estoy convencido que del conocimiento de hechos reales de corrupción y de sus
fatales consecuencias encontraremos la forma de combatir el presente, denunciar
el pasado y prevenir el futuro.
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