Monasterio del Puig. EPDAEl turismo rural se ha desarrollado en los últimos años como alternativa a los destinos turísticos más tradicionales de sol y playa y de las grandes ciudades. Destinos saturados que no siempre permiten disfrutar de unas auténticas vacaciones de relax. Como alternativa, aparece el turismo en pequeños pueblos y localidades que destacan por distintos aspectos como los paisajes, el patrimonio histórico, la gastronomía o, sencillamente, la tranquilidad.
El atípico verano marcado por la pandemia del coronavirus ha consolidado esta opción entre las personas que buscaban desconectar cerca de casa al tiempo que podían descubrir entornos con una belleza incuestionable o disfrutar de un entorno seguro lejos de la masificación que acompaña a otras opciones de escapadas turísticas.
El otoño es una estación idonea para conocer los pueblos de la Comunitat Valenciana. Escapadas de fines de semana cerca de casa, planificar el puente del 9 d’octubre o pasar un día diferente aprovechando la buena temperatura de esta época del año en la zona del mediterráneo.
Nuestra propuesta para este reportaje nos ubica a apenas 15 minutos de la ciudad de València donde se localiza la comarca de l’Horta Nord. En la parte norte están los pueblos que conforman la Mancomunitat de l’Horta Nord: Albalat dels Sorells, Albuixech, El Puig de Santa Maria, Emperador, La Pobla de Farnals, Massalfassar, Massamagrell, Museros, Puçol y Rafelbunyol.
Visitar estos municipios es adentrarse en el patrimonio arquitectónico de la zona, al igual que conocer su gastronomía local, encandilarse de la belleza de sus paisajes o relajarse en sus playas.
Comenzaremos nuestro recorrido turístico en Puçol. Uno de los principales atractivos es su litoral: dos kilómetros de playa de arena rodeada por un bonito paseo marítimo. Y de la playa a la montaña en apenas unos minutos con visita obligada al paraje natural de La Costera, donde se organizan actividades mediambientales para todos los públicos. No puede faltar tampoco un recorrido por su marjal, un humedal que se encuentra por debajo del nivel del mar. La restinga es poco profunda. Se han registrado en la zona hasta 257 especies de aves distintas. En cuanto a su patrimonio arquitectónico, especial mención tienen el Molí de Vent, de origen árabe, la Iglesia de los Santos Juanes, del siglo XVII, y la Muralla del antiguo palacio arzobispal. En Puçol, el visitante tiene también la posibilidad de realizar varias rutas por la vía Xurra, el Camino del Cid, la Vía Augusta o el sendero GR-10 que une Puçol con Lisboa.
Junto al municipio de Puçol, enclavado en una colina, está El Puig de Santa Maria desde donde se gestó la conquista de València por Jaume I. Además de la historia que impregna cada rincón de la población, destaca el gran valor paisajístico y ecológico de su huerta y del Marjal. Lugares de interés: el Real Monasterio declarado Bien de Interés Cultural (BIC); el Castillo (BIC), un elemento decisivo para la toma de la ciudad de Valencia por Jaume I en 1238; las trincheras y refugios de la guerra civil; la Torre de Guaita, unas torres que durante el S. XVI constituían el sistema defensivo del litoral; y la Ermita de Santa Bárbara, construida en el S. XVIII. En cuantro a su patrimonio natural, cuenta con casi 4 Km de playas que se extienden desde La Pobla de Farnals hasta Puçol.
Para los amantes del senderismo, se pueden hacer rutas por la montaña del Castell o de la Patà o la montaña de Santa Bárbara. Destacan sus rutas culturales que se realizan durante todo el año para dar a conocer uno de los pueblos más turísticos de la zona.
Seguimos el recorrido por uno de los pueblos costeros más visitado de la comarca: La Pobla de Farnals. Playas de arena de grano fino y color dorado, aguas tranquilas, poco profundas y de buena calidad distinguen a esta localidad turística que cuenta además con un puerto deportivo. En su huerta, podemos visitar el Molí de Capa, un pequeño molino dotado de dos muelas con un uso tanto harinero como arrocero. Su origen se remonta a finales del S.XVIII. Este casal molinero es uno de los que aún se mantiene en medio de un paisaje de huerta. En el núcleo urbano conviene hacer una parada en la Iglesia de Sant Josep construida en 1737.
La Pobla linda con Rafelbunyol, un municipio tranquilo ubicado cerca de la ciudad de València. Destacan los yacimientos arqueológicos existentes en el término, siendo el de Els Germanells el de mayor importancia. Su adscripción cultural es la del poblado de la Edad del Bronce. En cuanto a su patrimonio arquitectónico, cabe reseñar el edificio del Antiguo Sindicato Agrícola fundado en 1916. Hace unos años tuvo que ser derruido y solamente se mantuvo la fachada original. En la actualidad se ha reconstruido y alberga la Casa de la Cultura. En un paseo por el casco urbano nos toparemos también con la Iglesia Parroquial San Antonio Abad. Su construcción comienza en 1750, mientras que el campanario fue construido casi 50 años antes y es independiente de la misma.
La siguiente parada la haremos en Museros. Proponemos un tranquilo paseo por sus calles y plazas donde podremos ir haciendo paradas en lugares como: la plaza del Castell, de 600 m2 de forma irregular y arquitectura dura donde se encuentra situada la casa consistorial; la Cruz de Piedra, construida al finalizar la guerra civil; el Busto de Don Juan Bautista Muñoz Ferrandis, una escultura en bronce de 1975 dedicada al que fuera historiador español, cosmógrafo mayor de Indias y cronista de Indias, nacido en Museros en 1745; la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, un edificio de estilo barroco cuya construcción empezó en 1712 sobre la antigua iglesia existente; la Ermita de San Roque construida en 1696 y símbolo de la devoción a San Roque, patrón del municipio; y la Casa Jardín del Poeta Teodoro Llorente, una vivienda de grandes estancias elegida por el ilustre autor como lugar de descanso y recogimiento, en cuyo interior se guardan importantes documentos del autor.
Tras visitar Museros nos adentraremos en la huerta milenaria que rodea a la localidad de Albuixech. La situación privilegiada de Albuixech le permite disfrutar de la tranquilidad propia de los pueblos agrícolas de l’Norta Nord. La Vía Augusta pasa por Albuixech, lo que nos remonta hasta la edad antigua.Albuixech fue una alquería andalusí denominada Abu-Saak. La huerta Albuixech, con su variedad de cultivos y de labores, posee un conjunto de valores agrícolas, técnicos, históricos, económicos y sociales que asimilados por el pueblo forman parte de su cultura y hábitos de vida. Se pueden realizar rutas en bicicleta a pie o a caballo por la huerta. En nuestro recorrido podemos visitar: la Iglesia de Nuestra Señora de Albuixech; la Ermita del Santísimo Cristo de la Misericordia; el Casalicio, antigua entrada del municipio; la Estatua del Capitán Trueno; la Fuente de San Ramón Nonato; el Antiguo Lavadero; y las casas típicas o alquerías.
Otra parada obligatoria la tenemos en Albalat dels Sorells, un pueblo hospitalario y solidario con un encanto especial. Si algo destaca en esta localidad es el edificio en el que se ubica en la actualidad el ayuntamiento. Se trata del Castell o Palau dels Sorells, uno de los edificios más interesantes de la comarca, tanto por su tipología edilicia como por su antigüedad. Se comenzó a construir a finales del S. XV por orden de Tomàs Sorell, y lo finalizó Bernat Sorell a principios del S. XVI. También podemos visitar la Iglesia de los Santos Reyes del S. XVIII.
Cerca de esta localidad y, en medio de la huerta, está Massalfassar. Recorrer sus calles es impregnarse de paz y tranquilidad. Un lugar ideal para planificar una escapada de desconexión. En su casco urbano destaca la Iglesia de San Lorenzo Mártir Modesto que data de 1461. La localidad cuenta además con 1 kilómetro de playa.
Massamagrell es otra de las localidades ubicadas en la parte norte de la comarca. Es un municipio con una gran pasado histórico, muy enriquecedor ya que de cada época conserva algún referente histórico. Se han encontrado restos de época romana en la loma de Baiona, cerca del límite con Museros. Sin embargo, el origen del núcleo actual data de época andalusí. El paraje natural con más encanto es la Marjal de Massamagrell y Rafalell, un terreno bajo y pantanoso que se caracteriza por la densa vegetación de carrizo y juncos que permiten a muchos animales refugiarse, alimentarse y criar. Como lugares de interés cabe reseñar: el Convento de Santa María Magdalena que data del S.XVI (1599) y fue ampliado en el año 1608 y 1611; la Iglesia Parroquial de San Juan Apóstol y Evangelista; el Convento de las Terciarias Capuchinas; las Cuevas Monsergas; la Alquería del Molí de Baix; y la Casa Natalicia del Padre Luis Amigó Ferrer.
Nuestro recorrido turístico terminará en el municipio más pequeño de la Mancomunitat de l’Horta Nord, Emperador. Antigua venta para peregrinos, debe su nombre a Agustín Emperador, un acaudalado comerciante que puso en marcha una fábrica de aguardientes en 1760 y varios talleres para tejer lonas. Como lugares de interés cuenta con la Ermita de la Virgen del Rosario, una construcción sencilla con una única fachada, quedando el resto del edificio lindando con otras edificaciones.
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