Hace unos días recibíamos la
extraordinaria noticia de la rehabilitación de la fachada de la iglesia de la
Asunción y del conjunto escultórico que la acompaña gracias a la licitación de
las obras por parte de la conselleria de Educación, Cultura y Deporte.
Con un presupuesto de más de
180.000 euros la fachada retablo de este templo tan querido por los llirians
lucirá en todo su esplendor. Sin duda, la contemplación de esta joya del
barroco será todo un espectáculo diario para todos nosotros. También dejará
impresionados, estoy seguro, a los visitantes que cada día recorren las calles
de nuestra localidad para descubrir en ellas los grandes tesoros que nuestra
historia nos ha dejado.
Invertir en arte, invertir
en nuestro patrimonio o invertir en turismo es hacerlo en nuestro desarrollo
económico como pueblo. Hay una economía detrás de la cultura y la iglesia de la
Asunción es un bien artístico.
Digo esto por aquellos que
han criticado esta inversión por el carácter religioso de este maravilloso inmueble
que respiró el aire de la Contrarreforma española.
A nadie se le ocurriría
cuestionar la rehabilitación de grandes templos representativos de otros
pueblos y culturas. Primeramente porque son el testimonio de su historia y
seguidamente porque también genera un reguero de turistas y de ingresos.
La iglesia de la Asunción,
testigo de los más importantes acontecimientos de nuestra Ciudad de la Música,
es una importante muestra de la arquitectura renacentista y se halla entre las
iglesias más representativas de Valencia como la de Carmen, San Miguel de los
Reyes o Chelva. Es por tanto, nuestra obligación velar por su preservación.
Más de 4.000 personas han
visitado Llíria en lo que va de año. En nuestra tierra encuentran momentos para
disfrutar de la naturaleza y hacer deporte, una rica gastronomía, actividades
culturales y musicales, un ambiente comercial y por supuesto, un patrimonio
histórico-artístico que camina por la antigua Edeta, para continuar por la
Llíria árabe y medieval y transitar por el Barroco y el Renacimiento.
Como alcalde de Llíria,
junto al Equipo de Gobierno, voy a trabajar para que todos los llirians y
llirianes nos podamos sentir orgullosos de nuestra herencia cultural y, qué
duda cabe, para que sean muchos los visitantes que nos conozcan gracias a ello.
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