Ana María Quesada.Esta
mañana me ha llegado, reenviado, un mensaje de apoyo a la gestión
del Gobierno. Me ha tocado la fibra, me ha emocionado. Ver escrito
por otra persona lo que pienso y siento, y además siendo compartido
y haciéndose viral…
Por
mi parte, de corazón, me uno a ese clamor. No puede ser de otra
manera después de estar viendo cómo está actuando política,
social y sanitariamente, teniendo en cuenta que los tempos de esta
pandemia no permiten esperas.
Seguro
que se podría haber gestionado mejor las relaciones políticas, el
trabajo conjunto con otras administraciones públicas, con las
Comunidades Autónomas y otras sensibilidades políticas y sociales.
Las preguntas que me hago son: ¿era posible?, ¿nos podíamos
permitir darnos todos los plazos y el tiempo necesario para
negociar?, ¿podíamos permitirnos dudar y dejar de tomar
decisiones?. Son simples cuestiones que me planteo.
Si
algo he aprendido, como trabajadora en entidades privadas durante
muchísimos años, es que hay situaciones para negociar y cuidar las
distintas sensibilidades de las personas, para aprender, para pensar
y repensar, y para preparar escenarios.
Pero
lo más importante que he aprendido a lo largo de toda mi vida
profesional, es que otras situaciones lo único que requieren de cada
persona del equipo es actuar, arrimar el hombro, ejecutar lo que se
espera de mí aportando lo mejor de mí misma y apoyar al resto del
equipo. Siempre, aun teniendo dudas, porque ese momento requiere
actuar rápidamente y son otras personas las que lideran la solución.
No
es momento de egos ni orgullos. “¿Eres parte del problema o de la
solución?”.
Esos
momentos de crisis extrema, sobre todo en los que la seguridad
personal se ve peligrar, requieren respuesta inmediata, requieren
conseguir hacer la tarea, en el menor tiempo posible y de la mejor
forma posible. Todo lo demás es secundario.
Me
da la sensación de que, de forma muy radical, la oposición está
queriendo transformar una excepcional crisis sanitaria en un simple
tema político y están bajando al barro más sucio. Es muy
decepcionante, dice mucho del bajo nivel político y moral.
Ideologías que defienden supremacías, ya sean económicas o sobre
otras personas. Me causa vergüenza ajena.
Lo
siento por quien pueda sentirlo como una ofensa, pero no respeto el
patriotismo de banderas. Amo mi país, como amo mi tierra y la
Naturaleza, como amo todo lo hermoso y auténtico. Admiro el
Patriotismo y la Lealtad que ayuda, que trabaja y que pone su empeño
en aportar soluciones.
La
Ministra Nadia Calviño dijo algo hace muy pocos días que, en mi
humilde opinión, refleja muy bien la situación política actual:
“Ante una crisis se muestran tres tipos de personas: las que se
esconden, las que se sientan y critican y las que ponen su energía
en buscar soluciones, yo me he encontrado siempre situada entre estas
últimas”.
En
esta crisis se están tomando y ejecutando soluciones con toda la
velocidad posible, y sosteniendo la economía para poder tener un
futuro, siendo el objetivo principal salvar a las personas y sostener
su dignidad.
Por
suerte, en esta crisis nos ha tocado que tomen las decisiones
ideologías que defienden el bien común, el bienestar de toda la
Sociedad.
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