Paz Padilla, una de las presentadoras de Sálvame Diario - Foto: DailyMotionHay gente que, con salero
más que con gracia, te insulta o te suelta una mala palabra, lo acompaña con
una sonrisa y parece que el insulto sea menor. De hecho tú mismo aunque sabes
que te ha podido sentar un poco mal, te ríes y piensas: “está bromeando, él es así”. Y ahí queda la cosa. Pero esa persona
ha aprovechado el rol que ha adquirido para faltarte el respeto. Nos topamos
con gente así a lo largo de la vida. O la aceptas. O la huyes. O te cagas en
todo. Pues así es Paz Padilla muchas
tardes como presentadora de Sálvame
y con ciertos colaboradores, sobre todo con Chelo García Cortés. Y en bromas que huelen a la homofobia más
rancia.
Paz Padilla no es buena
presentadora, aunque tiene valor enfrentarse muchos días a 4 horas de directo
en un tema como es el del corazón que no controlaba, ahora un poco mejor pero
tampoco mucho. Paz Padilla se hizo famosa por contar chistes, luego monólogos y
por ser actriz cómica -parte que ahora suple con sus apariciones en La que se avecina-. Sus equivocaciones
son habituales, confundiendo nombres de personajes del corazón y frases del teleprompter
que ni pronuncia bien. A veces es difícil entenderla, lo cual le iría bien
acudir a un logopeda o a un coach de presentadores de TV. Con gracia y salero
no se soluciona todo. Pero bueno, ¿para qué si cuento un chiste, se ríen y me
quedo tan ancha? Debe pensar.
Jorge Javier Vázquez presenta mucho mejor que Paz Padilla y apetece
verle más en pantalla. Tiene esa picardía y esa sorna que te ríes. No cae
gordo, al menos no para una gran mayoría de espectadores que le siguen en cada
proyecto. María Patiño aporta esa
credibilidad que a veces le falta al Deluxe
por los temas, ¡y qué temas!, que trata. Y hasta Carlota Corredera empieza a controlar mejor los tiempos, las pausas
y el dar paso a los colaboradores sin tener que hablar ella todo el rato. Poco
a poco. Pero Paz Padilla tiene ese puntito hortera, de humor rancio muchas
veces, que hace que no caiga muy bien a una parte del público. Cansa. Lo mucho
gusto, ir de graciosa siempre cansa.
Aparte de que a veces,
reitero, es difícil de entenderla y construye mal las frases, que ríete tú de
las de Raquel Bollo. Paz Padilla se
cachondea a veces de los colaboradores en situaciones que rozan el ridículo.
Desde su posición de “profesora de escuela”, todos deben acatar sus órdenes. Es
lo normal, es la presentadora. Pero utilizar esa posición para, en ocasiones,
llegar a humillar a Karmele Marchante
y, sobre todo, a Chelo García Cortés,
tiene tela. Chelo es una de las periodistas del corazón más veteranas del país.
Vale que se ha prestado al juego de Sálvame (la chorrada de Diario Che le hace flaco favor) pero de
ahí a aguantar los continuos ataques, sornas y cachondeos de Padilla, tiene tela.
Sobre todo por las consideraciones que a veces hace esta de su condición
sexual.
Paz Padilla que va de
moderna y de chica de hoy en día, saca su vena rancia de la Andalucía más
profunda cuando se burla de Chelo. Lo de camionera es un ejemplo. No es la
única pero los demás saben cuándo tienen que parar. Paz Padilla no. Hace poco,
una tarde se veía a Chelo pasarlo mal en cámara por las continuas mofas con
estos descalificativos. Apenas nadie hizo nada para pararlo. Si bien es cierto
que sus dos mejores amigas en el programa, Gemma
López y María Patiño, apenas
participaron. Tampoco Lidia Lozano.
Pero Paz Padilla continuó. Esto es solo un ejemplo más. Padilla parece que la
tiene tomada con Chelo y el pique entre ambas ha sucedido en más de una ocasión
en los últimos meses. Porque hay bromas y bromas. Otra cosa es que te metas con
tu amigo Kiko Hernández y otra que
te metas siempre con una persona. Pero hay que controlarse Paz Padilla. Es como
si Chelo sacara en una pelea lo de la imputación del novio de Paz Padilla en el
caso de las presuntas irregularidades en los cursos de formación financiados
por la Junta de Andalucía. Pero no.
Este tema no sale en el programa. Si la gente no lee internet, la audiencia que
ve Sálvame no está enterada de este tema. Paz Padilla da clases de moral y ética
desde su púlpito de presentadora. En un debate de esta semana, defendía la
presunción de inocencia en otro caso que se debatía que no era el de su novio.
Pero bien que juzga en otros de otros personas famosas. Eso es hipocresía. Y
por todo lo demás, a mi Paz Padilla no me hace ni gracia.
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