Stephane Soriano. / EPDA Decía Carl Rogers “Cuando miro al mundo
soy pesimista, pero cuando miro a la gente soy optimista”.
Después
de un intenso verano en el que los municipios de nuestra comarca han vivido sus
días grandes de fiestas y devociones patronales, octubre asoma con el inicio
efectivo del curso político. Los
ayuntamientos ya han configurado sus gobiernos municipales y es hora de empezar
o de seguir planteando, soluciones a los problemas de las personas.
Porque
al final, la confianza depositada en nosotros debe retornarse en mejorar la
calidad de vida en cada uno de nuestros municipios.Nuestra
comarca requiere soluciones para seguir creciendo y como he escrito en
artículos anteriores, no podemos esperar más.
Ya
no hay excusas para poner en marcha el transporte comarcal que una nuestra
localidad con Valencia y con el Hospital de Llíría. No caben tampoco medias
tintas para que se termine de una vez la CV-50 desde Benaguasil hasta la
Autovía A3 Madrid y el Hospital de Llíria sigue necesitando que se impulse un
servicio permanente de obstetricia y pediatría.
En
cuanto al Centro de Menores planteado por Mónica Oltra en nuestra comarca, este
debe ser replanteado ante el clamor popular y la negativa de su instalación en
Camp de Túria. Y tampoco quiero olvidarme de la tasa del Consorcio Valencia
Interior más conocido como la tasa del reciclaje que año tras año sigue
aumentando sin que se explique a la ciudadanía nada.
Son
muchos los retos que nos esperan y para eso la ciudadanía ha confiado en
nosotros, para seguir defendiendo sus intereses. Con voluntad de acuerdo y
diálogo, estoy convencido que podremos demostrar que independientemente de las
ideas, siempre están primero las personas.
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