Amparo Ruiz Valero. /EPDAEn estos momentos y, tras la publicación del Real Decreto-Ley 6/2019, los permisos por nacimiento para la madre biológica y para progenitor diferente de la madre biológica se han igualado y, ambos progenitores disponen ahora del mismo permiso de 16 semanas para cuidar y disfrutar a partes iguales del nuevo miembro de la familia.
Pero este permiso suscita dudas y cuestiones que no han sido tratadas ni contempladas ni mucho menos reguladas y que generan situaciones de desigualdad donde se ha querido gestionar y ocasionar una situación de igualdad entre progenitores.
Se ha alcanzado un permiso en el que ya no hay diferencias entre ambos progenitores y tanto uno como otro pueden atender a los cuidados y atenciones del menor. Es un permiso que está pensado para cubrir un determinado periodo, 16 semanas cada uno, teniendo en cuenta que las seis primeras semanas son obligatorias para ambos, el menor en el supuesto de una pareja, tiene cubiertas las primeras 16 semanas por el permiso de uno de ellos y las restantes 10 semanas que disfruta a continuación el otro miembro, de tal modo que cubren 26 semanas entre los dos (no vamos a entrar en si son muchas o pocas semanas porque ya sería otro debate y se podrían analizar comparativas con otros países europeos). Pero ¿ocurre lo mismo en el caso de una familia monoparental?
• cuánto tiempo tiene cubierto el menor: 16 semanas porque solo hay un progenitor. Lo lógico no sería pensar en el menor e intentar que durante esos primeros meses de vida tuviera el mayor tiempo posible cubiertas sus necesidades de atención,
• porqué el menor disfruta de esta atención directa por parte de sus progenitores durante 26 semanas en el caso de tener dos progenitores y solo tiene cubierta esta atención durante 16 semanas en el caso de un progenitor monoparental.
• no sería lógico buscar una alternativa a esta situación que conllevara que ese menor también disfrutara de ese mínimo periodo, tal vez permitiendo que dicho progenitor alargara su permiso en esas 10 semanas puesto que es el único cuidador.
Se hace urgente que este tema no quede siempre a expensas de una denuncia por parte de las interesadas por conseguir ese tiempo en aras del menor, que llegue a los tribunales y que se decida si se estima o desestima en unas ocasiones sí y en otras no, ocasionando a su vez mayor desigualdad.
Debería quedar regulado y ser aplicable por los órganos de personal de las administraciones este tipo de permiso y de esa manera igualar el período de atención directa del menor que nace en una familia con dos progenitores al que nace en una familia con un solo progenitor.
Del mismo modo también se hace necesario puntualizar otros aspectos referidos al permiso de la persona que da a luz, es obvio que tanto si es parto natural como si es cesárea (intervención quirúrgica) la madre necesita días de reposo, recuperación, adaptación o incluso hospitalización.
El proceso de 9 meses de embarazo con las consecuencias físicas que conlleva, en la mayoría de los casos y el posterior proceso de parto, es ella quien lo padece y esos días ya entran dentro de su permiso de maternidad.
No parece lógico que se deban de contabilizar días que son de incapacidad temporal o de hospitalización dentro de un permiso, se debería contemplar la opción de que esos días posteriores al parto en los que la madre permanece ingresada y todavía condolida ampliaran su permiso igual que está reconocido que se amplíe por el ingreso hospitalario del recién nacido.
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