Pancarta con el lema "València, ciudad refugio" en el balcón del Ayuntamiento de València. EFE/Juan Carlos Cárdenas/Archivo La fiscal valenciana contra los delitos de odio pide cuatro años de
cárcel para un hombre que dio un cabezazo a un agente de la Policía
Local de València cuando este intervino para proteger a dos mujeres
bolivianas contra los insultos que les dirigía el acusado en plena
calle.
Este hombre está también inculpado por un delito de
menosprecio y humillación a personas por razones racistas o xenófobas,
según el escrito de la fiscal Susana Gisbert al que ha tenido acceso
EFE.
La pena más grave de las solicitadas, de tres años de
prisión, quiere castigar la supuesta agresión del acusado a uno de los
agentes que intervino en el incidente que protagonizó tras, al parecer,
insultar a dos mujeres que esperaban el autobús en la medianoche del
pasado 15 de mayo y en la plaza del Ayuntamiento.
La fiscal también pide una condena de un año y tres meses de prisión por los insultos.
Según
el citado escrito de acusación, el hombre se dirigió a varias personas
que esperaban el autobús llamándoles "inmigrantes de mierda" y diciendo
que se fueran "a su puto país".
Luego se encaró con una mujer
joven, a quien "le preguntó varias veces en tono insistente y desabrido
si era española y, como quiera que no le respondió, se acercó hasta
colocarse a escasos centímetros de ella y le dijo que sí, que era
extranjera, y que tenía cara de puta, para, a continuación, amedrentarla
afirmando: 'Soy nazi, viva España'".
La joven se levantó
entonces del asiento pero el acusado la siguió, por lo que otra de las
mujeres que estaban allí acudió en su auxilio y llamó a la policía, ante
lo cual el acusado respondió: "Llama a la Policía, que ya he estado en
la cárcel por violencia de género, todas las latinas sois unas putas".
A
continuación, y una vez hubo llegado la Policía Local, el acusado,
requerido para identificarse, les dijo: "A vosotros no os doy nada, que
sois unos hijos de puta, ojalá os maten a todos, gora ETA", tras lo cual
propinó un fuerte cabezazo a uno de los agentes en un pómulo.
Después
siguió atacándole, hasta el punto de que intentó morderle en el
traslado en el coche policial, todo ello siempre según el escrito de
acusación.
Además, se califica la conducta como un delito de los
previstos en el artículo 510 del Código Penal, cuando se promueva "un
clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación" contra personas,
por ejemplo, por motivos racistas, pertenencia a una etnia, raza o
nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por
razones de género, enfermedad o discapacidad.
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