El acusado, al comienzo del juicio, hoy, en la Ciudad de la Justicia de València. EFE TV
La Fiscalía Provincial de Valencia reclama una condena de 50 años de
prisión e indemnizaciones por más de 20.000 euros para un hombre de 48
años acusado de intentar quemar a su expareja, la hija de ésta, de 16, y
a otra hija de ambos, de 2, en diciembre de 2017 en el municipio de
l'Alcudia.
El juicio por estos hechos ha comenzado este martes en
la sección primera de la Audiencia de Valencia y el acusado, un hombre
de nacionalidad senegalesa que residía en España en situación irregular,
se encuentra en prisión desde diciembre de 2017.
El acusado se
enfrenta a tres delitos de asesinato en grado de tentativa, por los que
se le reclaman 48 años de prisión (14 por su ex compañera sentimental,
otros tantos por la hija de 16 años y 20 por la bebé) y dos delitos de
maltrato por los que se le piden sendos años de prisión.
En su
escrito de acusación, al que ha tenido acceso EFE, el fiscal relata
situaciones de maltrato desde diciembre de 2016, si bien la referida
agresión de intento de asesinato se produjo una vez ya separados el
acusado y su excompañera, de nacionalidad española.
Fue el 26 de
diciembre de 2017 cuando el acusado hizo creer a su excompañera que le
iba a abonar la pensión alimenticia correspondiente a la hija de 2 años
que ambos tenían, y la citó en una vivienda.
El procesado logró
que la mujer dejase su vehículo estacionado en la calle, con sus dos
hijas dentro, y la convenció para que entrase en el portal; una vez
dentro la roció con gasóleo que guardaba en una botella de plástico que
previamente había escondido.
La mujer logró huir del portal y en
ese momento la hija de 16 años que aguardaba en el coche, al ver a su
madre correr y al procesado perseguirla, salió para tratar de ayudarla
mientras su madre se ocultaba en una frutería.
El acusado cogió
del pelo a la menor y la roció también con gasóleo, la estampó contra
una pared y accionó un mechero que llevaba incendiándole el pelo,
momento en el que la menor logró escapar y refugiarse en una vivienda.
Posteriormente,
siempre según el relato del fiscal, el procesado se dirigió al
vehículo, en cuyo interior se encontraba su hija de 2 años, y vertió
gasóleo en la ventanilla y la puerta derecha, si bien no pudo incendiar
el coche porque fue detenido por varios vecinos.
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