José Salvador Murgui. 1963 ¡cuántos años hace! Raimon cantaba en aquella clandestinidad una
canción en valenciano, que el título es el que abre esta columna:
“Nosaltres no som d'eixe món". El título original de la canción es
“Digamos no” pero es más conocida como “Nosotros no somos de ese
mundo.”
Desde abril mayo del año 2013 lo vengo repitiendo en mis columnas de
éste periódico, hoy mismo en el viejo Hospital de Valencia, en la calle
que lleva su nombre me he encontrado con José María Chiquillo, Senador
valenciano, que venía de Madrid, y hemos estado hablando de lo mismo,
de los peligros que corre nuestra democracia y sus dos principales
partidos políticos (y hoy los pongo en minúsculas) al no tener una
mirada limpia y clara sobre lo que nos está pasando.
Las televisiones a cualquier hora del día y de la noche hablando de
lo mismo: de algunos políticos y sus habilidades. ¿Qué voy a decir que
ustedes no sepan? Y los ciudadanos ¿dónde tienen puestos sus ojos?
Personalmente hoy los pongo en la canción del año 1963 que como un
“vocero” de los tiempos, pensando en el duro presente de entonces,
vaticinaba lo que jamás debía ocurrir en cualquier momento de la
historia del presente o del futuro:
“Ara que som junts, diré el que tu i jo sabem i que sovint oblidem:
Hem vist la por ser llei per a tots. Hem vist la sang —que sols fa sang—, ser llei del món.
No, jo dic no, diguem no. Nosaltres no som d'eixe món.
Hem vist la fam, ser pa dels treballadors. Hem vist tancats a la presó. homes plens de raó. No, jo dic no, diguem no. Nosaltres no som d'eixe món”.
Es dura la letra, más duro es el olvido de conceptos como el miedo
que lleva a la sangre y se convierte en ley del mundo. No debemos
olvidar que estamos volviendo a conocer el hambre, la miseria, y los
hombres que gracias a la “sin razón” de sus ambiciones están en las
cárceles del mundo.
1963… 2007… 2014… 2015 ¿Por qué esos saltos en el tiempo… porque el
daño, la corrupción, los malos datos ya empiezan a gestarse en ese año y
se silencia, 2014 el año del “destape” … 2015 el año electoral. Ara
que som junts. ¡Nosaltres no som d'eixe món! Ahora que estamos todos
juntos, NOSOTROS NO SOMOS DE ESE MUNDO.
Los que de mi edad conocimos el ocaso de un régimen, que oíamos
hablar de Raimon como una entelequia porque sus canciones tenían el
fin en sí mismas, no se vendían los discos como los de los famosos, pero
si penetraban en los corazones de aquellos que buscaban el fin de un
tiempo con la esperanza de una “España nueva”, los que vivimos noviembre
de 1975, los que por primera vez votamos la Constitución los que hoy
hemos madurado a golpes de consenso y sensatez política, no podemos
quedarnos mudos ni cruzados de brazos ante los dramas políticos que
azotan a la democracia.
Hay que hacer un alto en el camino. Hay que ser radicales, si
radicales como cantaba Raimon en aquel hermoso tema de 1959, “Al vent”
grandes frases cargadas de verdad que no pueden caer en el olvido, “Al
vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, els ulls al
vent, al vent del món. I tots, tots plens de nit, buscant la llum,
buscant la pau, buscant a déu, al vent del món”.
Las manos y los ojos abiertos al viento del mundo, y aunque llenos de
las tinieblas de la noche, busquemos la luz, busquemos la paz, y los
que somos creyentes, busquemos a Dios, pero que esa búsqueda sea al
viento del mundo. Sea para llevar nuevos vientos al mundo, a nuestros
pueblos, a nuestras casas.
Esa esperanza es la que me motiva a escribir cuando son las
primeras horas del día 12 de febrero “Nosotros no somos de ese mundo:
porqué buscamos las paz al viento del mundo” esa paz tiene que venir de
dentro de los hombres que mueven los hilos de la historia diaria. No
soy yo quien para acusar ni mucho menos para juzgar, sí que soy ese
ciudadano que igual que otros muchos buscamos la nueva luz: la nueva
higiene política, la nueva transparencia real, la nueva entrega de
cuentas, la nueva lista de pérdidas y ganancias, donde perdamos de vista
todo el mal que por culpa de la corrupción y de los corruptos nos ha
arrasado, y ganemos una nueva humanidad donde las mujeres y los hombres
honrados sean capaces de generar ilusión, optimismo en el trabajo,
eficacia en las empresas y eficiencia e integridad en todos los
gobiernos.
2015 es tu año, es el mío, es donde podemos sentirnos orgullosos de
potenciar a los buenos y terminar con lo que aparta a los gobiernos de
su eje direccional que en ciertos momentos tanto les complica la vida.
Siento mucha tristeza de que pasen tantas calamidades, el camino no es
fácil, pero para dar ánimo recuerdo para acabar estas lacerantes
estrofas que cantaba Raimon en 1959 “Al vent”:
“La vida ens dóna penes,
ja el nàixer és un gran plor:
la vida pot ser eixe plor;
però nosaltres:
Al vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, els ulls al vent, al vent del món.”
Feliz jueves de febrero.
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