Manuel de la Huerga. EPDA ¿Por qué es necesario seguir conmemorando los disturbios de Stonewall Inn con las marchas del orgullo gay?
En la década de los sesenta, en los Estados Unidos la homosexualidad estaba penada con cárcel, terapias de conversión y/o castraciones químicas. La policía solía hacer redadas en lugares frecuentados por el colectivo cuyo único delito era su orientación sexual.
La redada violenta llevada a cabo por la policía el 28 de junio del 1969 en Greenwich Village de la Ciudad de Nueva York en el bar Stonewall Inn, dieron lugar a una serie de manifestaciones espontáneas por activistas LGBT que supusieron un punto de inflexión en la lucha por los derechos de homosexuales, bisexuales y personas transgénero.
Las activistas transgéneros Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera jugaron un papel fundamental en la resistencia en los disturbios y se consideran unas de las primeras líderes del movimiento LGBT. Ambas fundaron STAR, organización que brindaba apoyo a jóvenes sin hogar transgénero.
Un año después, en 1970 se convocan las primeras marchas del orgullo gay para reivindicar los derechos del colectivo, eligiendo el 28 de junio por los disturbios que supusieron el antes y el después de la consecución de los derechos.
Aunque hayan pasado 54 años de los disturbios de Stonewall Inn, sigue siendo más necesario que nunca reivindicar los derechos de homosexuales, bisexuales y personas transgénero, ya que solo pueden contraer matrimonio en 30 países, de los 193 que forman parte de la ONU; 64 países siguen criminalizando la homosexualidad; Y, 8 países del mundo castigan con pena de muerte o cadena perpetua lo que denominan “homosexualidad agravada”.
Recientemente, hemos sido testigos de una agresión a una persona transgénero en el metro de Barcelona y lamentablemente no es un caso aislado, prohibiciones de la bandera LGTB en edificios públicos por parte del Ayuntamiento de Náquera o la lona del odio tirando a la basura, entre otras, la bandera del colectivo.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia