La escritora con su libro de poemas Yo
quiero ser como tú.
No quiero ser más que nadie.
Quiero
sentirme dichosa
cada vez que me levante.
No
me lleves la contraria,
escúchame, por favor,
si la memoria me
falla
tómalo como un error.
Si
de verdad tú me quieres,
dímelo de corazón,
tú sabes que a
mí me hieren
las mentiras con rencor.
Compartamos
las tareas
y el cuidado de los hijos,
serán siempre buenas
obras
si lo hacemos con cariño.
Ayudemos
a los padres
si necesitan amor,
pues ellos no son culpables
de
haber llegado a mayor.
Háblame
con las caricias
y muéstrame tu respeto,
quiero sentirme
querida
con el amor de tus besos.
Yo
quiero ser como tú.
No
soy sirena cobarde.
No vengas nunca a decirme:
por ser mujer tú
no vales.
Dímelo:
¿Qué quieres que haga?
¡Pues yo no le temo al tiempo
ni a la
tormenta que caiga
cuando me miro al espejo!
Quisiera
gritarle al viento
que yo también soy valiosa,
con mi trabajo
y esfuerzo
me siento muy orgullosa.
No
discrimines mi sueldo.
Yo quiero mi recompensa.
Si yo estudié
con esmero
tú no me cierres la puerta.
No
soy mujer que se achica
ante
las iras del miedo,
ni soy la flor que marchita
cuando persigo
mis sueños.
Yo
quiero que me comprendan.
Solo quiero reclamar
el derecho a la
mujer
en un trato por igual.
ANTONIA
NAVARRETE . MAYO 2016
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Con la luz de tus espejos
Quisiera
darte las gracias
por
darme tu corazón,
y llenarme de fragancias
por tu humilde
decisión.
Por
ver los amaneceres
dejando
ausente el sillón,
y
viendo ya otros colores
de distinta dimensión.
Atrás
dejé ya los cables
guardados
en un cajón,
ellos
limpiaban la sangre
y
el llanto de mi riñón.
Mi
vida es más agradable
al no sentir el dolor,
ya no tengo que
agarrarme
al apoyo del bastón.
Con la luz de tus espejos
alumbraste
mi camino,
tú te marchaste muy lejos,
yo me quedé con tu
abrigo.
Los
órganos son candiles
y
dan luz a nuestro cuerpo,
si
se rompen los fusibles
queda
oscuro el universo.
Con
cariño a los donantes de órganos
ANTONIA
NAVARRETE LEBRATO FEBRERO 2011.
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