José Antonio Sorzano
El economista
norteamericano, Isaac Cohen, escribe en uno de sus artículos sobre la
incidencia y repercusión positiva que actualmente tienen los bancos públicos
en el ascenso económico imparable de las llamadas economías emergentes como por
ejemplo China
La banca pública China, a
pesar de competir en los mercados financieros con otros gigantes de la banca
privada mundial en operaciones de crédito e inversiones internacionales, en
estos momentos es un auténtico tigre que suele aventajar a sus competidores en
este tipo de operaciones. Las garantías y seriedad ofrecidas por el gobierno
chino a todos los clientes de este banco público, sumado al desmadre financiero
por el que están atravesando los bancos norteamericanos y europeos, es lo que
está haciendo que la mayoría de los empresarios extranjeros asentados en China
confíen más en las condiciones de la banca pública China, que en el resto.
Ahora no hace falta irse a
China, para ver el escarmiento que algún gobierno europeo como el de Islandia,
ha dispensado a la mayoría de su clase financiera y gran parte de sus
políticos. Primero, dejando caer en picado los bancos privados en quiebra,
antes de ir a rescatarlos con dinero público como en España. Segundo, metiendo
en la cárcel directamente a todos aquellos banqueros y políticos causantes de
las quiebras y estafas bancarias. Y tercero, establecimiento de un Plan de
saneamiento financiero con dinero público, pero en este caso gestionado
directamente desde el Estado. No por otros banqueros del sector privado.
En España, al contrario de
Islandia, el Gobierno ha reflotado con 35.000 millones de euros del dinero de
nuestros impuestos a un gigante financiero hundido por los políticos, como es
Bankia. Poniendo al frente de la entidad como presidente, a un prejubilado del
BBVA como es José Ignacio Goirigolzarri, que a pesar de estar cobrando una
pensión de 50 millones de euros del su antiguo banco, el Gobierno le ha asignado
un sueldecito de 750.000 euros por presidir y sanear nuevamente a Bankia, para
volverla a poner en manos privadas. En vez de transformarla en un banco
público.
Desde luego la falta de
vergüenza vuelve a ensombrecer la imagen de nuestro país con estas decisiones,
que no dejan de ser una auténtica “chorizada” de libro. Así como una nueva
tomadura de pelo a los sufridos contribuyentes. Pero poco se puede esperar de
estas cabezas económicamente pensantes que nos gobiernan, que no solo
privatizan con nuestro dinero, sino que siguen consintiendo las auténticas
“estafas” como los Desahucios o las Preferentes iniciadas en la época del
Zapaterismo.
España necesita ahora más
que nunca, un sector publico fuerte que impulse nuestra economía, garantizando
los créditos desde un sistema financiero igualmente público, alejado de la
codicia desmesurada de los circuitos financieros privados. Y para eso podríamos
comenzar dándole la “alternativa” como banco público a la ya nacionalizada
Bankia.
Muchos de los pertenecientes
al actual Sistema, pensaran que la idea de una banca pública fuerte y
competitiva, es propio solamente del comunismo chino o casos así. Pues bien, a
toda esa derecha financiera que sigue haciendo su “agosto”, a cambio de la
ruina de nuestro país, le recuerdo que fue su “admirado” Franco, el gran
instaurador del mayor sistema financiero público que jamás haya tenido nunca
nuestro país, y que fue privatizado totalmente más tarde por el Sr Aznar. Por
cierto, jamás vi yo al dictador Franco levantando el puño y cantando la
Internacional, asomado en el balcón del palacio de Oriente.
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