Abel Martí, alcalde de la Pobla de Vallbona. /EPDADentro de poco se cumplirán cien días desde que los nuevos gobiernos municipales tomaron posesión. Esa es la cifra simbólica que se suele dar al nuevo equipo, los llamados ‘cien días de gracia’, que sirven para hacer balance a la nueva gestión.
Me encantaría que estos ‘cien días de gracia’ hubieran servido para, simplemente, empezar los nuevos proyectos que tenemos pensados para mejorar la Pobla de Vallbona. Por desgracia, estas primeras semanas han estado más ocupadas en resolver las muchas y desagradables sorpresas que nos hemos encontrado fruto de un gobierno anterior cuya gestión era todavía peor de lo que denunciábamos desde fuera.
Y es que, lo primero con lo que tuvimos que lidiar, pocos días después de que el 17 de junio obtuviera el bastón de mando de la Pobla, fue con facturas sin pagar. El Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona debía facturas de telefonía, Correos o incluso de fotocopias. Y no por importes pequeños o retrasos fruto de la burocracia, se debían de 87.168,27 euros.
Esta situación es derivada, como decía anteriormente, de una mala planificación y peor gestión de las cuentas públicas y de la casa de todos los poblanos y poblanas. Sirva como ejemplo que la primera semana, en la que apenas nos ubicábamos en las dependencias municipales, nos encontramos con que no había una previsión de gasto para el pago del seguro de responsabilidad civil, cuyo recibo nos giraron en esos primeros días. Sí, de no haber intervenido, en la Pobla no habría ni un simple seguro.
Ante estas desagradables sorpresas, continuamos esperpénticos con el estudio del resto de cuentas para el presente año 2023, y ahí los números siguieron dejándonos atónitos. Porque las previsiones de pago para el segundo semestre eran surrealistas: Faltaban 175.000 euros para el pago de la luz del último trimestre, la Policía Local apenas disponía de fondos y las fiestas carecían de dinero… con nuestras fiestas patronales de la Virgen del Rosario todavía por celebrarse. Y sí, había cero euros para celebrarlas.
Hemos solucionado todos estos problemas serios que nos encontramos. El Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona ahora paga todas sus facturas, tenemos todas las previsiones de pago a proveedores establecidas para evitar contratiempos y, por supuesto, el próximo 5, 6 y 7 de octubre celebraremos nuestras fiestas por todo lo alto, como merece la Pobla. Pero es menester sacar a la luz la realidad que nos encontramos y con la que hemos lidiado estos primeros cien días de gobierno. Porque la Pobla merece una gestión responsable, transparente y eficaz para ser todavía mejor de lo que es, y este gobierno se dejará la piel para que eso sea una realidad los próximos cuatro años.
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