Juan Vicente Pérez.
Con ese
título arrancaba la 21ª Interparlamentaria Popular en Guadalajara
el pasado fin de semana, en la que los parlamentarios populares han
ratificado su compromiso con las políticas y las reformas que el
Ejecutivo de España y los de las Comunidades Autónomas gobernadas
por el PP están llevando a cabo, y que son garantía de la
estabilidad y la cohesión de España.
En estos
momentos en que la fragmentación de la Izquierda y la intransigencia
nacionalista busca romper esa cohesión constitucional establecida en
1978 alrededor de nuestra carta Magna, el Partido Popular es el único
partido que hoy ofrece un proyecto nacional para todos, con un
marcado carácter inclusivo, y que sigue considerando que el marco de
convivencia que representa la Constitución debe continuar con plena
vigencia.
La Izquierda
busca su algoritmo electoral para justificar su alborozo demoscópico.
Bajo el mantra de que la sociedad es mayoritariamente de izquierdas,
olvidan que los ciudadanos votan a diferentes candidaturas y
programas, y la suma de todas ellas no justifica esa afirmación que
desvirtúa el mismo proceso electoral, pues para ello deberían ir
todos bajo un solo paraguas programático, y ahí es donde radica su
debilidad a la vista del intenso debate interno de todos los
protagonistas, que no quieren perder ese protagonismo.
Un escenario
que debería presentar una verdadera alternativa de Izquierdas, como
un renovado Frente Popular que aglutinara todas las sensibilidades
que afloran ahora por ese espectro ideológico, y así presentar una
propuesta coherente con sus postulados a los ciudadanos y no como un
conglomerado de siglas, en plena lucha fratricida para no verse
absorbidos ideológicamente. Eso sería lo lógico y lo coherente.
Frente
a ese escenario, el Partido Popular se presenta con un definido
discurso de cohesión territorial, de respeto a la Ley, con un
proyecto de profundo calado reformista en lo económico y en lo
social, con una apuesta decidida por una Regeneración que escuece a
aquellos que tanto la demandan y que se esconden detrás de la
demagogia más sutil y el populismo más rancio.
Los
parlamentarios populares han vuelto a reafirmar ese compromiso con un
proyecto integrador basado en ese espíritu de que España somos
todos. Y que sólo desde la lealtad y la cooperación, la cohesión y
la solidaridad, la pluralidad y la unidad podemos fortalecer ese
proyecto común que nos aglutina a todos.
Un
compromiso que busca enriquecer y fortalecer esa idea de España,
Una España constitucional, no excluyente, diversa y respetuosa con
la legalidad, donde el principio de igualdad se garantice a todos los
ciudadanos.
Una
responsabilidad que conlleva reafirmarse en una voluntad firme de
seguir apoyando las políticas reformistas que desde los diferentes
ámbitos de gobierno está impulsando el Partido Popular, porque ello
es la mejor garantía para garantizar la cohesión y la estabilidad
de España.
Y con ese
espíritu, nos disponemos a conmemorar esta semana dos fechas
marcadas en nuestra Historia. Aquí, con nuestro 9 d’Octubre, donde
una año más los valencianos saldremos detrás de nuestra Real
Senyera para seguir ofrendando nuevas Glorias a España desde nuestra
leal y justificada reivindicación y el 12 como referente de ese
vínculo común que nos une a todos los pueblos de España.
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