Adrián Navalón /EPDA En Podem Valencia estamos de primarias, con todo lo que eso significa, con todo el esfuerzo y movilización de la militancia y sobre todo, con su voz. Esto de las primarias es una "mala costumbre" democrática que hemos introducido en el panorama político español y que ha ido calando en todos los partidos, aunque no todos los partidos van a realizar unas primarias en estas elecciones locales y autonómicas con un mínimo de sentido democrático. Es decir, las primarias, que deberían ser base y fundamento de cualquier partido político democrático que se precie, siguen siendo la anécdota.
Recordemos, sin ir más lejos, los métodos democráticos internos del Partido Popular que descabezo a su antiguo líder Pablo Casado cuando éste puso sobre la mesa las presuntas irregularidades en la contratación de la Comunidad de Madrid con el hermano de Ayuso y las escandalosas comisiones con la venta de mascarillas. Un ejemplo antidemocrático que culminó con la llegada de Feijoó quién solo se presentaba con una condición: no tener competencia. En fin, todo muy democrático.
Recordemos a ese democrático PSOE que fulminó a un Pedro Sánchez elegido por la militancia para darle la investidura a Mariano Rajoy y robarnos a todas tres preciados años de gobierno progresista. Esto hay que recordarlo, una buena parte del PSOE dilapidó tres años en los que podíamos haber comenzado a cambiar este país en clave progresista. Tres años que las baronías y el aparato del PSOE le regalaron al partido más corrupto de la historia, tres años de secuestro de la voluntad popular y de un M.Rajoy que acabó saliendo por la puerta de atrás de la Moncloa por la participación de su partido en casos de corrupción. Tres años en los que el poder económico, el poder del estado profundo y el poder mediático prohibieron de facto la presencia de Podemos en el gobierno porque sabían que íbamos a hacer política para la gente.
Y nosotras y nosotros podemos hacer política para la gente fundamentalmente por dos cosas. La primera es porque no nos financia nadie más que nuestra propia militancia. La cuenta bancaria de Podemos no recibe donaciones de Sacyr, ni de Florentino Pérez, ni de Boluda, ni le pedimos préstamos al Banco Santader de la señora Botín y no les debemos nada a los accionistas del BBVA, de CaixaBank o de Black Rock y demás fondos buitre. En segundo lugar, podemos hacer política para la gente porque nuestra militancia es gente normal, gente que pisa la calle y no la moqueta del palacio. Nuestra militancia se arremanga, piensa en colectivo, crea políticas desde abajo y son quienes, con mucho orgullo, pagan su cuota y hacen que nuestro partido sea un partido libre para lo que tiene que ser: hacer política para la gente.
Como decía, estamos en primarias, y dentro de poco en campaña electoral para ganar las instituciones y ponerlas al servicio del bien común y de la gente normal, la gente que pisa la calle. Se vienen tiempos de hacer políticas importantes que marquen el futuro con decisión y libres del yugo de las presiones de los poderosos; se vienen tiempos de políticas valientes y decididas en el país, la comunidad y nuestra ciudad. Se vienen tiempos de decidir quienes nos representan y la elección es simple: hay quienes sirven a los poderesos porque son y se deben a ellos y hay quienes servimos al bien y a la gente porque somos libres. La elección está en tu mano. ¡Sí se puede!
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