Eduardo del PozoLa ingobernabilidad de España por debilidad y dependencia política es una realidad, el frentismo y la radicalización, también. El PP y el PSOE en estos cuarenta años han conseguido la división social con sus derechas e izquierdas y que vivamos en una sociedad encasillada, en compartimentos estanco, sin vasos comunicantes amplios y en el que el trasvase de votos no es lo suficientemente significante como para desbloquear el atolladero político con unas nuevas elecciones.
Tenemos un coctel molotov, con todos sus ingredientes, trece partidos en el Congreso, el PSOE gobernando con Podemos y ambos dependiendo de los independentistas; la olla a presión y su válvula de radicalización y frentismo regulada por los que quieren romper España o llevarnos al comunismo. Y, por si todo esto falla y no explota, nos asola una pandemia mal gestionada que nos tiñe de luto y una crisis económica que nos asfixia.
Ante este panorama desolador, Ciudadanos e Inés Arrimadas se esfuerzan por tender puentes para aproximar a la mayoría constitucionalista, buscando el consenso que evite depender de una minoría rupturista del espíritu del 78. Por eso, incluso sufriendo zancadillas y desaires políticos que tratan de desvirtuar la acción de Ciudadanos, persistimos en el empeño de aproximar al PSOE y al PP, diciéndoles que nunca se impondrá un bloque sobre el otro, que renueven el Consejo del Poder Judicial acordándose de Montesquieu, que se atornillen a una mesa de negociación por los Presupuestos Generales del Estado, que eviten, pactando lo básico, caer en manos de independentistas y populistas, que no estiren más la goma de la convivencia.
También, que, en la Comunitat Valenciana, el PSPV y Ximo Puig recuerden las intervenciones en Les Corts de nuestro síndic, Toni Cantó, para aproximar, acordar y firmar con el PP la Comisión de Reconstrucción y que, ahora, dejan en agua de borrajas presentando, junto a Compromís y Podemos, 44 propuestas de resolución para subir los impuestos y crear nuevas tasas para el 2021.
A ellos les instamos a que dejen a un lado los enfrentamientos vergonzosos por la pandemia, como en Madrid, donde Ignacio Aguado ha buscado el consenso. Aquí, en cambio, se busca la ruptura, por eso les pedimos, señores del Botànic, que no den más pasos hacia el abismo, que a Ciudadanos no nos van a encasillar, que somos un partido liberal, de centro y progresista y que dejen de mirarse el ombligo y piensen en el interés general, que nosotros seguiremos buscando el consenso en todos los estamentos.
No olviden, por cierto, que, en Cataluña, una coalición constitucionalista PSOE, PP y Ciudadanos, ganaría la Generalitat y se revertiría la situación actual. Por separado, en cambio, perderemos todos, también el señor Iceta, y nos quedaremos en la oposición, con más frentismo y viendo cómo pasó el último tren por la convivencia. No lo perdamos, quítense los tapones, cambien el chip y, frente al abismo, escuchen.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia