El pleno celebrado ayer en el
Ayuntamiento de Segorbe puso de manifiesto la actitud del actual equipo de
gobierno del PP, que hizo una modificación de créditos para, entro otras,
aumentar la partida destinada a órganos de gobierno. El PSPV-PSOE Segorbe, ante
tales desmanes, presentó una moción de urgencia para reducir sueldos e
indemnizaciones a la mitad, que la alcaldesa no se molestó ni en debatir.
El pleno aprobó una modificación de
créditos de 159k€ destinada, según el equipo de gobierno, a paliar las
imperiosas necesidades de capital que tienen algunas partidas, entre ellas la
de dietas del equipo de gobierno y seguridad social, partidas que en julio,
cuando se subieron desorbitadamente los sueldos, dijeron que tenían suficiente
dinero. Ahora la realidad es que con los impuestos de los segorbinos y
segorbinas tenemos que financiar aún más las retribuciones del equipo de
gobierno, y su amor a Segorbe se cuantifica en euros contantes y sonantes.
El mismo pleno aprobó por unanimidad
el nombrar una calle con el nombre de dos ilustres segorbinos, D. Eduardo
Solsona y Dª Manolita Belis, negándose a debatir la propuesta socialista de
poner el nombre a dos calles diferentes, ya que eran dos personas. También en
ese mismo pleno se aprobó el inicio y delegación en la junta de gobierno de dos
contratos con empresas privadas con un importe previsiblemente abultado, del
orden de 750k€. La delegación en la junta de gobierno, aduciendo razones de
agilidad, es una muestra más del oscurantismo y la falta de transparencia del
equipo de gobierno. Hace dos años, este mismo trámite fue encargado al pleno,
de conformidad con lo establecido en la Disposición Adicional Segunda del Texto
Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público aprobado por el Real
Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, del que se desprende que el
órgano competente para la aprobación de los expediente es el Ayuntamiento
Pleno.
Por último, en el apartado de ruegos y
preguntas, la alcaldesa evitó responder a la mayoría de las preguntas que se le
dirigieron, escudándose en sus concejales. También se le preguntó a la
alcaldesa por las filtraciones de documentación municipal al PP, o por los
regalos hechos con dinero municipal al presidente del PP, Pablo Casado, en una
cena del partido para simpatizantes y militantes, con el photocall del PP de
fondo. Tanto la alcaldesa como los concejales practicaron el “pregunta lo que
quieras, que yo contestaré lo que me dé la gana”. Las respuestas, a caballo
entre las medias verdades y las evasivas, fueron vergonzosas y no sirvieron de
control al equipo de gobierno como establece el ROF, sin permitir la alcaldesa
ninguna intervención en las respuestas e impidiendo que los temas municipales
se vean con luz y taquígrafos.
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