Las botellas de agua deben dejarse en los huecos diseñados para ellas. /EPDA En verano el calor nos lleva a hidratarnos más, especialmente en nuestros desplazamientos en coche, y eso multiplica una práctica muy común: llevar una botella de agua en el coche. Sin embargo desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se recuerda que transportar botellas de agua sueltas en el habitáculo de conducción no está exento de riesgos como el llamado "efecto elefante".
El "efecto elefante" se refiere a la multiplicación del peso de un objeto en movimiento durante un frenazo, lo que puede aplicarse a objetos sueltos en el automóvil. Por este motivo se aconseja guardarlas en compartimentos para evitar que se desplacen.
Otro riesgo que hay que tener en cuenta es que si la botella cae al suelo se corre el riesgo en que bloquee los pedales del coche, lo que podría causar un accidente.
En cuanto a la salud, las altas temperaturas dentro del coche en verano pueden favorecer el crecimiento de microorganismos en el agua, lo que aumenta el riesgo de infecciones si lleva mucho tiempo al sol en el vehículo.
Aunque no está tipificado como infracción, beber agua al volante podría ser sancionado si se considera que afecta al control del vehículo, por lo que dependerá del criterio del agente.
Mantenerse hidratado al volante en verano es crucial para prevenir accidentes, pero transportar botellas de agua conlleva riesgos relacionados con la seguridad vial y la salud. Es recomendable guardarlas adecuadamente y prestar atención a posibles interferencias con la conducción.
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